Reconocimiento a los abogados de la generación del 'baby boom'

Sant Raimon de Penyafort. La fiesta de este viernes sirvió para homenajear a los letrados con 25 años de carrera y también a Jorge Nolla, que lleva 50

25 mayo 2019 17:14 | Actualizado a 27 mayo 2019 16:05
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Los abogados de Tarragona estuvieron ayer viernes 24 de mayo de fiesta. Como cada año por estas fechas, dejaron de lado los juicios para celebrar su fiesta patronal en honor a Sant Raimon de Penyafort.

Este año, además, se daba una circunstancia especial: un total de 28 letrados celebraban los 25 años de ejercicio de la profesión –frente a los 18 nuevos colegiados a los que ayer se les impuso la toga–. Pertenecen a la denominada generación del baby boom.

En nombre de los abogados que cumplían sus bodas de plata, Javier Gutiérrez dio su particular receta y remedio para mantenerse en la profesión y ganarse la vida «mínima y dignamente». Aseguró que lo importante es ganarse desde el primer día la confianza con los tres tipos de personas con los que se va a relacionar durante su trayectoria profesional: el cliente, el abogado de la parte contraria y el personal de la Administración de Justicia, incluidos los cuerpos policiales. 

Pero Gutiérrez también puso relieve en la necesidad de respetar al cliente, «es la gasolina del despacho. Sin él no es posible el ejercicio libre de la profesión». Y en este sentido recordó las palabras del exdecano de los abogados españoles, el reusense Antoni Pedrol Rius: «El cliente entrega al letrado su entera confianza y pone en sus manos la vida, la salud, la libertad y el honor. Y la única garantía de que esta confianza no será convertida en abuso por éste es su respeto a la deontología propia de su trabajo».

También comentó que los abogados que han cumplido 25 años de profesión son de la generación de la EGB, a la vez que recalcó una serie de hitos históricos y legislativos acaecidos en su niñez que marcaron su futuro personal y profesional: la Ley de Reforma Política de 1977, la Constitución Española de 1978, la Ley de Divorcio de 1981 (la de Fernández Ordóñez), la consagración constitucional de la presunción de inocencia de 1981 y la entrada de España en la Comunidad Europea en 1986. 

Finalmente recordó que su generación tuvo que ir a estudiar fuera porque no había Facultat de Dret en Tarragona. Además, eran más chicos que chicas –al contrario que ahora– porque los padres eran reacios a que sus hijas se marchasen a estudiar a Barcelona una semana entera.
Y durante el acto se rindió un homenaje a Jorge Nolla por sus 50 años de ejercicio de la profesión.

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