Ricomà llevará al pleno de julio el acuerdo para gestionar el Palau a partir de septiembre

Ayuntamiento y Generalitat acuerdan los términos para desbloquear el uso del recinto. El alcalde convocará una sesión extraordinaria para aprobar la propuesta que se presentará al Govern

15 junio 2020 18:40 | Actualizado a 15 junio 2020 20:10
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Casi dos años después de la celebración de los Juegos del Mediterráneo de 2018, ayer –en una reunión del máximo nivel– Ayuntamiento de Tarragona y Generalitat de Catalunya sellaron las bases jurídicas para que el Palau d’Esports del Anillo Mediterráneo de Campclar pase a ser gestionado por el Consistorio a partir del próximo mes de septiembre. Así lo aseguró ayer el alcalde, Pau Ricomà (ERC), durante una entrevista en el programa Tribuna Tarragona, de Ràdio Ciutat de Tarragona.

«El pabellón será de gestión 100% municipal y estará a disposición de los clubes que quieran usarlo para el inicio de la próxima temporada. Ya hemos arreglado el disparate jurídico que había, que no preveía la cesión del solar», indicó ayer el máximo representante municipal, quien añadió que «no llegaremos a tiempo para que la propuesta pase por el pleno de este viernes, pero sí que lo podría hacer en un pleno extraordinario de principios de julio».

Reunión de «máximo nivel»

Según las fuentes consultadas, en el encuentro telemático de ayer participaron los servicios técnicos y jurídicos de máximo nivel de ambas administraciones, como son el secretario general de la corporación local tarraconense –Joan Anton Font–, y el director general de Patrimoni de la Generalitat, Francesc Sutrias.

La fórmula acordada comportará que el Ayuntamiento, que es el propietario del solar sobre el que se construyó el equipamiento, aprobará en el pleno una «mutación demanial» en favor de la administración autonómica. Esto significa que el Consistorio cederá la titularidad para que, posteriormente, sea el Govern el que haga lo mismo en favor de la administración municipal, que una vez inscrita la finca en el registro de la propiedad será la encargada de llevar sine die el día a día de la instalación, sin pagar ningún canon a la Generalitat por el uso del espacio.

Precisamente, este era uno de los caballos de batalla que había paralizado la negociación desde julio de 2018, cuando finalizó el evento por el que se construyó el espacio. Las divergencias sobre la interpretación del primer protocolo de 2014, con un redactado muy ambiguo, tensaron la cuerda. El Consistorio quería inicialmente que el Govern regalara el equipamiento en forma de subvención por su contribución a los Juegos –18,4 millones de euros por la construcción de la joya de la corona del Anillo–, mientras que el Govern apostaba por la opción contraria: que fuera el Consistorio el que regalara el solar para realizar, posteriormente, una concesión administrativa en favor de la corporación con sede en el número 1 de la Plaça de la Font.

La diferencia con la solución final es que, en caso de haber llevado a cabo la concesión, esta habría sido por un tiempo finito –el máximo legal son 75 años–, mientras que en la mutación demanial será por un tiempo ilimitado si el espacio se usa como recinto deportivo.

Esta última opción se logró tras la modificación de dos leyes autonómicas –la de Règim Local y la de Patrimoni– que se incorporaron en la Llei d’Acompanyament de los presupuestos que se aprobaron en el Parlament de Catalunya el pasado mes de abril y que abren la puerta para que la Generalitat pueda ceder a otra administración pública la gestión de parte de su propiedad siempre que se mantengan el dominio público del recinto.

El parqué está en septiembre

Una vez resuelta la incógnita de la gestión, el siguiente paso será que la ciudad recupere el parqué que se envió al pabellón gerundense de Fontajau el pasado mes de febrero, tras los problemas que el Gloria ocasionó en el equipamiento de la capital de la Costa Brava y que impedía que su equipo de máximo nivel –el Spar Citylift Girona– no pudiera competir. Por ello, por «solidaridad» se cedió el parqué. Las fuentes autonómicas consultadas aseguran que «cuando se necesite, este volverá a Tarragona».

El siguiente paso, sin embargo, será que el Consistorio deberá acabar de colocar el material que falta, como parte del parqué, la cortina separadora de pistas y la adquisición de canastas de baloncesto o porterías de fútbol sala. Se calcula que esta fase comportará una inversión de 481.000 euros.

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