El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Cuando faltan 85 días para las elecciones municipales, ERC ya ha hecho los deberes. Ha presentado a su candidato, Pau Ricomà, y ha iniciado la carrera electoral para mejorar unos resultados que le han permitido ejercer como primera fuerza en la oposición. La propuesta de los republicanos pasa por «deshacerse de las ideas tóxicas» y «cambiar» Tarragona para que deje de ser una ciudad «gris» y «aburrida».
El acto de presentación tenía lugar anoche en el Teatre Metropol. En la primera fila una silla vacía con un lazo amarillo en recuerdo del presidente de esta formación, Oriol Junqueras, que hace cuatro años estuvo en este mismo escenario acompañando al candidato tarraconense. Personas de la sociedad civil como la presidenta de Òmnium en Tarragona, Rosa Maria Codines, o el secretario general de UGT en las comarcas tarraconense, Joan Llort, estaban en un teatro que reunió cerca de 350 personas.
Ricomà fue breve. Su discurso tan solo duró doce minutos. Fue la más corta de las tres intervenciones de la noche. Empezó lanzando unas preguntas en el aire: «¿Creemos que Tarragona tiene futuro? ¿La ciudad sabe a dónde va?». Y, acto seguido, invitaba a los asistentes a dibujar su proyecto a partir del lápiz que les habían regalado en la entrada.
Una Tarragona de todos
Ricomà es historiador, con estudios en Filosofía y Sociología, extrabajador de Caixa Tarragona, a donde ejerció de líder sindical, y casteller. Además es socio del Nàstic, de Òmnium Cultural, de la ANC y de la RSAT. A esta lista de actividades hay que sumarle la de líder ERC en Tarragona, que en los últimos cuatro años ha hecho oposición sobre todo en temas como Santa Gadea y La Budellera.
Ricomà considera que hay que «romper las paredes del Ayuntamiento cerrado y recluido en sí mismo» para avanzar hacia un proyecto «próspero, inclusivo, transparente y en el que la cultura llegue a todo el mundo». Asimismo, el dirigente republicano defendió «una ciudad implicada hasta la médula con las libertades democráticas y el futuro del país».
En estas elecciones, ERC defiende ser el partido que defiende un proyecto «inclusivo», en el que se sienta representada «tanto la gente que sale en la procesión como que participe en el carnaval». «Tarragona es de todos -afirmó Ricomà- y debemos hacerla mejor entre todos». «¿Por qué debemos permitir que vuelvan a ganar los mismos? ¿Debemos conformarnos con lo que tenemos?», interpelaba el dirigente republicano.
Acto seguido subía al escenario el presidente del Parlament, Roger Torrent, que es uno de los líderes de una Esquerra Republicana que se yergue como la formación que «escucha» y «empatiza» para «atraer y seducir a nuestros vecinos». Torrent reivindicó la necesidad de «picar piedra». «No ganaremos la república si no nos explicamos y sobre todo escuchamos a la gente», defendía. El partido considera que para ampliar la base hace falta ganar Ayuntamientos que hasta el momento se han resistido y para ello estarán muy pendientes de lo que pase el próximo 26 de mayo en Tarragona. Torrent lanzaba un último mensaje para los que desconfían del cambio de discurso de esta formación: «No hay nadie más independentista que ERC».
Al final del acto sí estuvo presente Oriol Junqueras. Lo hizo a través de una carta leída por su hermano, Roger Junqueras, que daba voz a un dirigente que lanzaba una fuerte presión sobre Ricomà. «Necesitamos ser más fuertes en Tarragona, ganar músculo y que esta ciudad sea el referente de un territorio cada vez más republicano». Y es que Junqueras, que también estuvo durante muchos años en la cantera del municipalismo, considera que «cada ciudad y cada barrio son la antesala de la república».
