A Manuel Castaño (Tortosa, 1955) la gestión de la pandemia en la ciudad le ha tocado de pleno. Es concejal de educación, de ocupación, de seguridad ciudadana y protección civil. Dice entender la preocupación de las familias con la vuelta a las aulas, pero defiende que se están tomando todas las medidas para evitar contagios.
Desde antes de verano se habla de habilitar espacios municipales para dar clases. ¿Qué se ha concretado?
Hace meses que estamos en contacto con el Departament d’Educació y a la expectativa de que nos pudieran pedir espacios. Ahora realmente los centros, con las condiciones de ratio que fija el Procicat y Salut, han resuelto el tema. Igualmente esperaremos esta semana, porque si hay alguna petición de última hora intentaremos dar respuesta. De momento solo hemos recibido la petición de un centro.
¿Cuál?
La Escola El Miracle nos ha pedido autorización para usar el Parc de les Granotes como alternativa para esponjar a los alumnos. Lo estamos analizando a ver cómo lo podemos organizar.
El Ayuntamiento es responsable de la limpieza de las escuelas. ¿Se ha incrementado?
A partir de este verano tenemos un nuevo contrato. Hemos adelantado la limpieza general de los centros y hemos hecho un análisis de acuerdo a los espacios y volumen de alumnos para ver las intervenciones que se podían hacer. En función de eso habrá centros que tendrán una hora y media extra al día de limpieza y otros hasta tres. Además, en los lavabos habrá jabón y dispensador de papel de un solo uso. En los pasillos colocaremos cubos para lanzar residuos como las mascarillas. También hemos hablado con Neteja Pública y hará limpiezas con agua y desinfectante a las entradas de los centros. Además tenemos un plan de movilidad.
¿En qué consiste?
Es un plan para mejorar la seguridad de los viandantes y el control del tráfico porque se abrirán más espacios de acceso en los centros y habrá entradas escalonadas.
En el confinamiento se abrió la red wifi municipal para que los alumnos que no tenían pudieran conectarse. ¿Se ha planteado hacerlo permanente?
En principio esto queda resuelto. El Ayuntamiento firmó un convenio con el Departament d’Educació. Hicimos una inversión de 80.000 euros para garantizar que los niños que no tienen recursos, más de 300 de centros de alta complejidad, tengan equipos y conectividad. Educació se centró en los que terminaban ciclo y nosotros en los ciclo inferiores.
¿Las llars d’Infants municipales han mantenido la demanda?
Hay un indicador clave, que es el número de educadores que se necesitan en función de los grupos que tenemos, y no hay ninguna disminución, es la misma plantilla. La normalidad ha sido la tónica en la inscripción.
Entiendo que se mantiene pese al temor a los contagios.
Sí, y este año además hemos abierto una convocatoria de ayudas de comedor con la idea de que las familias con dificultades económicas que hayan sobrevenido por la pandemia como ERTE, paro o menos ingresos tengan una preocupación menos.
¿Cómo se ha adaptado la Escola de Música? Los espacios hace tiempo que se quedaron pequeños.
En la Escola de Música no tenemos problemas porque en las clases de instrumentos ya son grupos pequeños, por lo tanto ya se cumplen las condiciones para que estén suficientemente separados y los instrumentos cada vez que se utilizan son desinfectados. En los cambios de clase los profesores hacen la desinfección de los atriles y demás.
Hay un movimiento de padres de Tarragona preocupados por las medidas de seguridad en las escuelas. ¿Qué les diría?
Que estén tranquilos, que cuenten con la profesionalidad de los directores, de los docentes... Las recomendaciones de Salut, Educació y Protecció Civil son muy importantes. Tenemos una persona de referencia en los CAP... Estamos en buenas manos, tanto en la docencia como en la salud.
Proponen 10 alumnos por clase, porque es el número máximo de personas que se pueden reunir.
Para hacer ratios de 10 habría que, por lo menos, doblar el profesorado, y eso es inasumible para la administración. También habría que duplicar las escuelas con su equipamiento. Ojalá lo pudiéramos hacer, pero no es viable. Yo entiendo su preocupación, pero que estén tranquilas porque daremos respuesta.
El gobierno anterior encargó un estudio que dejaba en evidencia la segregación escolar que hay en la ciudad. ¿Se ha avanzado en algo?
Tenemos un programa para las familias que llegan fuera de plazo para que tengan un acompañamiento dentro de los centros y uno de mentoría a través de la asociación Quilòmetre Zero... Pero sabemos que la segregación está muy ligada a la zonificación escolar y no siempre las zonas dan respuesta a las necesidades de las familias. Por ello abrimos este año dos líneas de pública en El Miracle y en Sant Pere i Sant Pau. Durante este trimestre haremos una comisión dentro del Consell Escolar Municipal para planificar la nueva zonificación, porque, por ejemplo, la zona uno, que es la que va desde Llevant hasta el Miracle, es enorme y la oferta de plazas públicas es insuficiente; y luego está la zona dos, que hay una sobreoferta de concertada. Hay que buscar un equilibrio.
¿Se plantean una zona única?
No lo sé, eso dependerá de la comisión. Creo que el tema es más bien reformular las zonas, pero no debe ser una decisión política sino la consecuencia del análisis de los datos por parte de los técnicos.
Hubo una experiencia piloto para que los espacios de las escuelas estuvieran abiertos a la comunidad. ¿En qué quedó?
Con el tema Covid está en suspenso, pero nosotros estamos abiertos, venía en nuestro programa electoral. Cuando salgamos del Covid seguro lo reactivaremos.
¿En qué punto está el proceso de selección del director/a del IMET? Se va a cumplir un año sin responsable al frente.
Estamos al final del concurso público, en dos o tres semanas podremos tener nombramiento.
