TGN tiene el quinto parque de pisos más viejo del Estado

La edad de las viviendas que la capital tarraconense tiene actualmente en el mercado para vender o alquilar es más longeva que la media española, superando el medio siglo de vida

29 agosto 2018 17:43 | Actualizado a 11 septiembre 2018 12:37
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La ciudad de Tarragona es la quinta capital de provincia que tiene en el mercado un parque inmobiliario más envejecido. Así lo ponen de relieve los datos con los que cuenta el portal Idealista, que aseguran que las viviendas que la población tarraconense tiene a día de hoy en el escaparate cuentan con una edad media superior al promedio estatal. En concreto, en estos momentos hay en la ciudad pisos y viviendas pendientes de ser habitadas con un promedio de 52 años de edad, una cifra que es casi ocho años mayor a los 44,5 años de la media estatal. 

El estudio se ha hecho a partir del cruce de datos de todas las viviendas anunciadas en el citado portal con el año de construcción de cada una de ellas que figura en su referencia catastral. Hay una gran disparidad geográfica, con distancias entre la más vieja y la más nueva de 38 años en la compraventa y de 43 en el alquiler. 

Según el ránking elaborado por  parte de la publicación especializada, Barcelona es la gran ciudad del Estado con una oferta inmobiliaria más veterana. La media es de 69 y 72 años, respectivamente, según el informe. Le sigue San Sebastián, con 60 años de media, y Pamplona (58). Estas edades están muy por encima del promedio del país, que se sitúa en 45 años para la compra y en 44 para la de arrendamiento. Por contra, Lugo (31,5), Ciudad Real (31,5) y Albacete (30,5) son los municipios con un parque inmobiliario más joven. 

Cuarta en el alquiler

Tarragona ocupa el sexto lugar del ránking de las cincuenta capitales de provincia en el mercado de la venta, con una media de vivienda de 51 años. Detrás de Barcelona se sitúan Pamplona (64 años), San Sebastián (60), Bilbao (54) y Madrid (53). Por el contrario, las casas con menos antigüedad se encuentran en Albacete, donde apenas alcanzan una media de 31 años. Por detrás se sitúa Lugo, con 32 años de media, y Almería, Murcia, Lleida y Guadalajara, que solamente alcanzan los 33 años.

En cuanto al alquiler, Idealista indica que –tras Barcelona– el parque de viviendas con más años, según las que tiene en cartera, se encuentra en San Sebastián (68 años), Madrid (56), Tarragona (53) y Pamplona (52). Las ciudades donde se ubican las viviendas de alquiler con una media de edad más baja son Ciudad Real (29), Albacete (30) y Lugo, Soria y Castellón, con 31 años cada una.
Para el jefe de estudios del citado portal inmobiliario, Fernando Encinar, «los datos demuestran que, aunque durante la burbuja se construyeron millones de casas, el parque no está suficientemente renovado». Además, destaca que «el hecho de que las dos mayores ciudades españolas, Madrid y Barcelona, estén en el grupo de las viviendas más antiguas evidencia que el ritmo de construcción de obra nueva no ha sido similar al del resto del país y deberíamos plantearnos la necesidad de aumentar la construcción en ambas».

«No es preocupante»

El concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Milà (PSC), considera los datos como «normales» en una ciudad que «tiene inmuebles con más de cien años» como es el caso de la Part Alta. A juicio del político socialista, la antigüedad de más de medio siglo «no es significativa, sino que lo importante es que las viviendas existentes cumplan con los estandards actuales en materias como la accesibilidad, la eficiencia energética o de aislamiento térmico». 

En este sentido, el responsable municipal recalca que «es normal que las viviendas antiguas cueste más poder alquilarlas», mientras que califica como de «lógico» que «las nuevas no estén aún en el mercado». Asimismo, Josep Maria Milà reitera que «uno de los problemas que hay es que durante el franquismo se prohibió subir el alquiler, por lo que los propietarios optaron por no realizar ninguna rehabilitación. Ahora esto, por suerte, ya ha cambiado por completo» indica. 

Por su parte, el constructor y promotor José Luis García considera que «no es, para nada, preocupante» el envejecimiento de la vivienda tarraconense. «Es absurdo, hay vivienda vieja que está muy bien, ya que la clave es la rehabilitación y el mantenimiento». Esto sí, el constructor destaca, como asignatura pendiente de la ciudad, que «debe rehabilitarse en breve una gran parte de los viviendas de la zona más cercana al Port». 

Pese a ello, García indica que, después del boom de la construcción de hace una década, «apenas se ha construido, por lo que no hay vivienda suficiente. Solo se ha ejecutado la Vall de l’Arrabassada y, ahora, parece que empieza a reactivarse el entorno del Hospital Joan XXIII, pero poca cosa más».

Finalmente, en la misma linea se expresa el presidente del Gremi de Promotors Immobiliaris del Tarragonès, Diego Reyes. «A las ciudades con casco antiguo les sube mucho la media, como es lógico. Lo importante es que los propietarios lleven a cabo un buen mantenimiento. Los datos no son preocupantes» remarca Reyes.  

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