Tarragona es la ciudad española con más entidades vecinales por habitante

Los ciudadanos no se sienten representados porque, según dicen, "los presidentes priorizan sus intereses personales"

19 mayo 2017 15:47 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:48
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Temas:

Tarragona es la ciudad española que cuenta con más asociaciones de vecinos por habitante. Hay una entidad por cada 2.200 tarraconenses. Concretamente, 61. Según la tesis doctoral del sociólogo David Dueñas, Marbella es la número 2 del ranking, con 40 asociaciones de vecinos. Las 61 de Tarragona se pueden dividir en seis zonas con realidades sociales muy diversas: Llevant, Ponent, Part Alta, Part Baixa, los barrios de la parte norte (Sant Pere i Sant Pau, Sant Ramon y Sant Salvador) y, por último, la zona del centro de la ciudad. Además, el municipio también cuenta con tres federaciones de vecinos: la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona (FAVT), la Federació de Veïns de l’Àrea de Llevant y las Associacions Veïnals Federades Segle XXI.

Las múltiples realidades sociales que hay en la ciudad es la principal causa de este exceso de entidades vecinales, que ha proliferado en los últimos años. «Las necesidades de los que viven en Boscos no son las mismas de los que viven en Bonavista», explica Gemma Fusté, presidenta de la Federació de Veïns de l’Àrea de Llevant». Pero esta no es la única razón. La fragmentación también tiene que ver con las disputas internas entre miembros de una misma asociación. Se pelean, el vecino decide irse y entonces monta otra entidad. En la Part Alta, por ejemplo, hay hasta cinco asociaciones vecinales. «Con una habría más que suficiente, porque con tantas entidades perdemos fuerza delante de las administraciones», explica Manel Rovira, presidente de la Associació de Veïns de la Part Alta.

Desconfianza

La principal función de una entidad de estas características es representar a los vecinos. Y en Tarragona, la mayoría de ciudadanos no se sienten representados. La realidad es que existe una desconfianza entre unos y otros. La desafección vecinal provoca que no haya ningún mecanismo para controlar el trabajo de los presidentes. «Perdemos la fe en las asociaciones y dejamos de participar. Entonces es cuando la persona que encabeza la entidad hace lo que quiere. Los intereses individuales van por encima de los colectivos», asegura Alex García, vecino del centro de Tarragona.

Otros hablan de aquellos presidentes que utilizan las asociaciones vecinales como plataforma para saltar a la política. Cristina Guzmán pasó de ser la presidenta de la Associació de Veïns de Sant Salvador i Sant Ramon, a ser concejala del PDeCAT al Ayuntamiento de Tarragona. «Nunca pensé que acabaría así. Llevo desde los trece años vinculada con la asociación, cuando me vinieron a buscar para ir a las listas, me sorprendí mucho. Nunca nadie me lo ha tirado en cara, pero siempre he tenido este miedo», asegura Guzmán, quien añade que «es un grave error usar la entidad como plataforma, esto hace daño al barrio que representas». Por otro lado, el presidente de la FAVT, Antoni Peco, asegura que «no siempre es negativo que un político haya pasado por el movimiento vecinal, porque puede aportar una visión que desde un despacho no se tiene». Peco fue propuesto para encabezar la candidatura de Guanyem Tarragona en el año 2015, pero se negó.

Algunos vecinos de los barrios de Ponent reivindican que sus asociaciones no defienden suficientemente los intereses de la zona. «Cuando el país va mal, nos refugiamos en el fútbol. Pasa lo mismo en las asociaciones. Cuando hay problemas, no los afrontan. Eso sí, montan unas fiestas increíbles», asegura un vecino, quien denuncia que, actualmente, las asociaciones de Torreforta están inactivas.

Las principales preocupaciones e inquietudes de las entidades vecinales son la inseguridad en las calles de los barrios i el incivismo. En la zona de Llevant trabajan por la prevención de incendios y reivindican más servicios. En la Part Alta, les preocupa la circulación de coches y los pisos vacíos, y en la Part Baixa, la limpieza. En los barrios de la parte norte, se habla de los okupas y en el centro de la ciudad de la reactivación comercial.

La era de las federaciones

Aglutinar las inquietudes de las diferentes asociaciones de vecinos y trasladarlas a la administración. Esta es, según el presidente de la FAVT, Antoni Peco, la función de las federaciones. Pero no todas las entidades quieren añadirse. «Nosotros preferimos ir por libre. Actualmente, todas las asociaciones tienen acceso directo en el Ayuntamiento», asegura Manel Rovira, presidente de la entidad de vecinos de la Part Alta. Por su lado, des de la Associació de Veïns Tarragona Centre, que pertenece a la federación Segle XXI, «consideramos que deberían posicionarse más en los grandes temas de ciudad», asegura la entidad.

Comentarios
Multimedia Diari