Tarragona, una ciudad con 68 metros de desnivel

La zona más nivelada respecto al mar se encuentra en el barrio de El Serrallo, en el muelle de los pescadores. Por su parte, la Part Alta hace honor a su nombre y es la zona más elevada de la ciudad

19 mayo 2017 22:13 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:43
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Vox populi es que Tarragona tiene es una ciudad marcada por las cuestas y pendientes entre su Parte Alta y su Parte Baja, un hecho que incluso ha servido de polémica en torno a la idoneidad o no de ubicar carriles bici. Pero, en efecto, todo aquel tarraconense o turista que haya tomado el sol en cualquiera de sus playas y después haya ido a visitar los restos arqueológicos de los antiguos romanos sabrá que ha de realizar un paseo el cual se eleva a cada metro que se recorre.

La zona más baja de Tarragona estaría ubicada en la zona marítima de El Serrallo. El barrio marinero se sitúa en el muelle de los pescadores, a 1 metro escaso del nivel del mar. Uno de los inconvenientes más frecuentes de estos sitios que se hallan prácticamente al nivel del mar es la proliferación de inundaciones en los garajes –muchos de los cuales se encuentran por debajo del nivel de las aguas– en cuanto cae una tormenta de dimensiones respetables, lo que dificulta la vida de los residentes. Desde allí es fácil ver, a pocos metros de donde nos encontremos, unas escaleras que nos conducen a otra zona más elevada de la ciudad.

Por estos lares la situación en la estación de trenes es parecida. Para llegar al Balcón del Mediterráneo tenemos que hacer una buena caminata ascendente hasta situarnos en una gran rampa que nos conduce hasta la Rambla. El Balcón del Mediterráneo está, respecto al mar, a unos 43 metros de altitud, lo que facilita el poder observar, desde lo alto, la belleza del mar.

Hacia el otro lado se halla uno de los lugares más frecuentados de Tarragona, el centro comercial y de ocio Parc Central, que se encuentra bastante raso respecto a otros lugares de interés turístico. Siempre como referencia al mar, alcanza solo los diez metros de altitud. Se puede detectar muy fácilmente solo con ir a este gran comercio. Desde la rambla de LLuís Companys, todo lo que encontramos es bajada.

Una posición media que decantaría la distribución de la ciudad sería la Plaza Imperial Tarraco, a 24 metros de altura. Esta céntrica plaza hace de punto medio.

Más al norte, según nuestra posición, encontramos la Part Alta, con sus restos romanos (circo, anfiteatro, foro…). Hacia allí nos dirigimos, subiendo por la Rambla Nova, hasta el ya mencionado Balcón del Mediterráneo, que se eleva 43 metros por encima del nivel del mar. En esta zona merece ser destacado el gran monumento a Roger de Luria. Instalado en 1889, el pedestal es obra de Ramón Salas Ricomá –arquitecto provincial y diocesano–, que alza la figura del almirante por encima del mar Mediterráneo, que queda a sus espaldas, recordando si cabe aquella célebre frase: «Que a partir de ahora no habrá pez que se atreve a sacar la cola si no lleva atada la bandera con las cuatro barras de nuestro señor rey de Aragón».

 

Rumbo a la zona más elevada

Continuando con el paseo ascendente por la ciudad, la siguiente cita es la Plaça de la Font, donde se ubica el Ayuntamiento y donde se citan cientos de tarraconenses y turistas cada día para tomar una copa y comer algo en los bares que rodean a esta plaza. Nos encontramos aquí a 49 metros de altitud respecto a la zona de costa.

Finalmente, después de recorrer varias cuestas más, llegamos a la Catedral de Tarragona. La Catedral de Santa María es un edificio construido en el estilo gótico temprano que se encuentra situada en la parte más alta de Tarragona, sobre un lugar que ya ocuparon con anterioridad un templo dedicado al culto imperial romano (el templo de Augusto), una catedral visigótica y una mezquita árabe. Es el lugar más elevado de la ciudad con 68 metros respecto al mar.

El punto más alto de Tarragona lo ocuparía la Torre Minerva; perteneciente a la Muralla de Tarragona, junto a la Torre de L’arquebisbe y la del Cabiscol. Esta responde a una altitud de 90 metros, pero hay que recordar que estamos comparando altitudes a nivel del suelo, y esta torre se toma medida desde lo alto, y por lo tanto, no nos interesa para nuestro recorrido por las alturas de Tarragona.

 

La altura, una defensa

La ciudad de Tarragona se asentó durante época romana, por lo cual es de prever que la altitud fue una ventaja para defenderse de las agresiones bárbaras. Así, pues, Tarragona se diferencia por tener una serie de cuestas y pendientes, lo que hace posible disfrutar de unas vistas realmente impresionantes. El inicio lo encontramos en El Serrallo, a nivel de mar, y la cumbre, en la Catedral, como cima de referencia. La herencia de épocas pasadas han dibujado la fisonomía de esta ciudad costera.

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