'Tarragona vive una litoralización urbanística'

Entrevista a Josep Oliveras, Catedrático de Geografía Regional en la URV

24 octubre 2017 09:13 | Actualizado a 24 octubre 2017 09:24
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Josep Oliveras i Samitier (Manresa, 1946) es catedrático de Geografía Regional en la Universitat Rovira i Virgili. Con una larga trayectoria profesional sobre todo en el ámbito universitario, se trata de una eminencia en su área que ha desarrollado, entre mucho otros, proyectos aplicados sobre planificación y desarrollo comarcal y regional. A través de esta entrevista nos ayuda a entender el desarrollo urbanístico de los últimos años en Tarragona ciudad y también la provincia.

¿Cómo ha sido el crecimiento urbanístico de Tarragona de los últimos años?

Las ciudades crecen cuando se produce una nueva actividad económica importante, como fue la industria química en Tarragona en su día. Estuvo ligada al incremento de las nuevas administraciones tras el franquismo, como la autonómica y las nuevas funciones de los ayuntamientos. Además, crecen los servicios hospitalarios y llega la universidad.

¿Cómo afecta al territorio?

Hay un proceso de urbanización de Tarragona donde primero se crean los barrios periféricos y en 1990 se acelera hasta llegar a la burbuja inmobiliaria. En 1992 en Tarragona se construían cada año entre 300 y 400 viviendas; en 1998 ya se pasa de mil; en 2002 se acaban 2815; pero entonces con la crisis en 2008 ya se baja de mil; en 2012 son 212; y finalmente en 2016 sólo 13, según estadísticas oficiales.

Era insostenible hacer más de 2.000 pisos al año.

Además la población de Tarragona también está bajando. En 2010 había 140.184 habitantes censados y en 2016 ya son 131.000.

¿Adónde han ido?

La población de Tarragona ha bajado pero la de los municipios de al lado ha crecido porque el precio del suelo y la vivienda son más baratos. La gente se traslada a la periferia en busca de mejores condiciones. Un ejemplo muy claro es Els Pallaresos, donde el año 2005 se construyen 2361 viviendas, y su población crece de manera continua. En el 2000 vivían 2537 personas y el año pasado ya eran 4597. Encontramos crecimientos parecidos en pueblos como La Pobla de Mafumet o El Catllar, entre otros.

«La población de Tarragona ha bajado pero la de los municipios de al lado ha crecido porque el suelo y la vivienda son más baratos»

¿Cómo se explica?

Hay un modelo de desarrollo urbanístico que explica Pete Hall en que en un momento determinado el centro pierde población y empieza a crecer la periferia. La ciudad se expande y aquí lo hace a través de la costa en un continuo urbano al margen de las divisiones administrativas.

¿Qué hay del triángulo Tarragona-Reus-Valls?

Ahora funciona mucho menos que antes. Entonces se hablaba de este triángulo porque eran las ciudades más importantes del territorio. Hoy en día ya no lo es. Si vamos con el coche hasta Valls, al lado de la carretera sólo veremos oliveras y viñedos. En cambio en la costa está todo urbanizado desde Cambrils hasta Torredembarra.

La costa seduce.

Aparece Cambrils con más de 30.000 habitantes. Salou se acerca a esta cifra y Vila-seca con un poco menos. También Torredembarra ha crecido mucho. El antiguo triángulo equilátero ahora tiene una base más aplanada.

«Hasta Valls, al lado de la carretera sólo vemos oliveras y viñedos. En la costa está todo urbanizado desde Cambrils hasta Torredembarra»

¿Y qué pasa con Valls?

Continúa siendo un centro importante y puede serlo más en el futuro sobre todo ligado a la industria, ya que no juega la carta del turismo. Cuando apuestas demasiado por el turismo, determinado tipo de industria se aleja porque hay una contraposición. El turismo se asocia al sol, trabajos precarios como camarero, sueldos bajos, etc. Cierto tipo de industria nunca se plantearía ubicarse en Salou.

¿Se sigue algún plan urbanístico para gestionar este desarrollo?

Cuando se revisó el plan de Tarragona fue en los años del boom y la gente feliz previos a la crisis. Es un plan expansivo que preveía en 2015 162.000 habitantes en la ciudad y para 2025 185.000.

¿Hay la posibilidad que llegue una nueva actividad como fue la química en su día?

No. Además aquí hay un problema muy grave. La segunda transformación de los productos químicos que salen de Tarragona no se realiza aquí, sino que se continúa fabricando en el área metropolitana de Barcelona.

«El proyecto del corredor del Mediterráneo es el más importante por el que hay que luchar. Pero tiene que ser tanto de personas como de mercaderías»

Una zona donde cada vez vive más gente.

Y cada vez habrá más gente en las ciudades que en los pueblos. En España muchas ciudades que eran importantes se están despoblando. El tren de alta velocidad sirve para que los que viven en Segovia vayan a Madrid. Si crece Segovia es como ciudad dormitorio. Las ciudades medianas como Teruel irán a menos si no están cerca de una gran metrópolis, lo contrario que Sabadell.

¿Algún proyecto interesante en este sentido en Tarragona?

El proyecto del corredor del Mediterráneo es el más importante por el que hay que luchar. Pero tiene que ser tanto de personas como de mercaderías. Necesitamos una conexión urgente con el amplio europeo a través de Barcelona y hacia Francia.

¿Qué me cuenta de las Terres de l’Ebre?

Las grandes ciudades como Amposta, Tortosa y Sant Carles de la Ràpita juegan un papel importante como centros urbanísticos. Si te fijas siguen la línea de la costa pero el principal problema es que queda lejos de Barcelona.

Para ir acabando, entiendo que la provincia seguirá creciendo por la costa.

Seguramente la costa continuará teniendo presiones. Me refiero a municipios de primera y segunda línea de mar porque son los mejores comunicados por ferrocarril y autopista. Se trata de una litoralización urbanística. Cada vez que haya euforia económica, se tenderá hacía ello.

Comentarios
Multimedia Diari