Tiro con arco para luchar contra el cáncer de mama

Un programa usa este deporte en la rehabilitación de mujeres que han sido operadas

24 enero 2019 09:27 | Actualizado a 24 enero 2019 09:29
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«Nosotros ya tenemos a grandes campeonas dando la batalla a nivel deportivo, así que pensamos: ‘¿Por qué no damos también la batalla con estas otras campeonas?’». 

Quien habla es Mariano Quesada, presidente del Club de Tir amb Arc Constantí, y las «otras campeonas» a las que se refiere son las mujeres que se están recuperando de un cáncer de mama. 

El club puso en marcha hace unas semanas el proyecto Flechas solidarias, en el que las mujeres que han sido intervenidas pueden acudir gratuitamente a practicar tiro con arco como parte de su recuperación.

La inspiración
La idea se les ocurrió porque tuvieron conocimiento de un estudio realizado en 2016 por el Hospital Infanta Leonor en el que se encontró que practicar el tiro con arco ayuda a prevenir el linfedema en las mujeres que han sido operadas de un cáncer de mama. Se trata de una inflamación causada por una acumulación de líquidos en el brazo por la falta de drenaje linfático. Ocurre en los casos en que es necesario extirpar los ganglios de la axila. La situación se agrava, además, si es necesario aplicar otros tratamientos como la radioterapia. 

Sabían, además, que clubes de Madrid, Guadalajara y Zaragoza ya están poniendo en marcha programas de este tipo. «Así que no nos lo pensamos y nos lanzamos», explica Quesada, quien relata, además, que tienen la suerte de que uno de los monitores del club es cirujano oncológico y cuentan con una psicóloga deportiva. 

Las mujeres que han comenzado a acudir a Constantí nunca habían practicado el tiro con arco, una demostración, explica, de que se trata de un deporte que se puede practicar por todos y a todas las edades. «Mi padre tiene 85 años y se lo pasa pipa; tenemos un tirador en silla de ruedas, una niña sordomuda...». 

La ventaja, además, es que es una oportunidad para socializar y hacer una actividad lúdica. De momento cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Constantí y de la Lliga Contra el Càncer, pero ahora esperan que las empresas del territorio se involucren para dar continuidad al programa. 

Para un club donde las cuotas trimestrales son de 30 euros fue un esfuerzo importante comprar, por ejemplo, el material especial para arrancar. No obstante esperan que el dinero no sea obstáculo para llegar a todas las mujeres posibles. 

De hecho, las nuevas tiradoras (actualmente hay cuatro) acuden a practicar los miércoles, pero «como no queríamos que fueran las chicas del cáncer, lo que hicimos fueron unas camisetas iguales para ellas y para todos los miembros del club con el lema del proyecto para usarlas cuando ellas vienen. Todos somos un equipo», comenta Quesada.

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