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Puñetazos, codazos, rodillazos en la cabeza, golpes en el pecho y estar atado a una silla. Fue lo que tuvo que sufrir un vecino de la Part Baixa en su propio domicilio por parte de dos individuos, que ahora han sido condenados por la Audiencia Provincial de Tarragona, tras el acuerdo de conformidad al que han llegado las dos partes. Uno ha sido sentenciado a dos años de cárcel y el otro, a 21 meses. Sin embargo, se deja en suspenso a cambio de que el primero realice 180 jornadas de trabajos en beneficio de la comunidad y el segundo, 160. Todo ello siempre que ambos no vuelvan a delinquir antes de dos años. Tendrán que indemnizar a la víctima con 900 euros por las lesiones. Ambos procesados se comprometieron a pagar dicha cantidad a principios de este mes de abril.
Los hechos
Sobre las dos de la tarde del 3 de octubre de 2014, la víctima llegó a su domicilio, situado en la calle Xavier Montsalvatge, en la Part Baixa de la ciudad. Nada más acceder al piso, los dos acusados, sin mediar palabra, se abalanzaron sobre él y lo agredieron. A.A.V., de 26 años, le propinó repetidos puñetazos, codazos, rodillazos y patadas en la cabeza. Por su parte, J.F.C. le golpeaba en el pecho con un cuchillo jamonero. Los dos procesados se apoderaron del teléfono móvil de la víctima.
Los encausados retuvieron a la víctima en contra de su voluntad, atándola las manos a una silla con los cordones de unas zapatillas. A continuación. A.A.V. esgrimió el cuchillo y le exigió la entrega del dinero, diciéndole: «Si no tienes ahora el dinero, volveré por la noche para matarte». Esta escena fue grabada por el cómplice con el teléfono móvil de la víctima, a la vez que decía: «Métele algún pinchazo ya, pínchalo, pínchalo, o te aseguro que te apuñalo loco».
Una hora ‘secuestrado’
Los dos acusados retuvieron a la víctima durante aproximadamente una hora. Durante este tiempo le propinaron múltiples puñetazos, llegando A.A.V. a coger la cabeza del retenido con las dos manos e impactar su rodilla contra la cara del mismo, a apagarle un cigarrillo encendido en su mano izquierda, golpearle con una objeto de aluminio en el antebrazo y propinarle varios codazos en la nuca.
Finalmente, los acusados decidieron abandonar la vivienda, llevándose el móvil –recuperado por los Mossos–.
