Un jugador del Ascó: «Me amenazaron de muerte por denunciar amaños»

A Cheikh Saad le siguen llegando mensajes. «Me hablan sobre partidos que no he visto, sobre cosas raras, pero yo si no tengo pruebas no puedo hacer nada», cuenta este delantero del Ascó, seguramente excedido por esa vitola de justiciero o héroe ocasional contra el amaño de los partidos de fútbol. «Lo volvería a hacer, aunque quizás de forma anónima, sin dar la cara, porque mi familia lo ha pasado muy mal», se sincera. 

El atacante mauritano llegó al Ascó, de Tercera División, procedente del Eldense. En su etapa en el club alicantino denunció el caso de un supuesto amaño del partido que su equipo perdió ante el Barça B por 12-0. «No me arrepiento de lo que hice. Hice bien y es lo que digo siempre, aunque he llegado a recibir amenazas de muerte por lo que hice. Por suerte, ya han acabado». 

Al terminar el partido Cheikh se dio cuenta de que algunos compañeros lo habían vendido. «Lo comenté a otros jugadores y a la junta directiva. Las apuestas son siempre un enorme problema, porque significan la tentación de conseguir dinero de manera fácil», denuncia. El punta del Ascó, que reside en Lleida, no se posiciona a la hora de determinar si los amaños son una práctica común. «No lo se, yo sólo sé que en esa temporada vi cosas raras, y lo denuncié. No me lo pensé ni un minuto», cuenta. 

Tres tuits demoledores fueron el inicio de todo. «Saldrá todo porque el 12 a 0 es irreal y al final todo saldrá a la luz», escribió entonces en Twitter. Y luego otro dardo: «Los que menos pensáis son los que han hundido al club». Y el tercero: «A mí nadie me va a joder la carrera por cosas como estas, puta vergüenza». 

La policía comenzó horas más tarde las investigaciones del posible amaño del enfrentamiento mientras que Cheikh recibía el apoyo de la mayoría de sus compañeros de equipo, aunque también comenzó el mal trago de las declaraciones judiciales y de esas amenazas con las que ha tenido que convivir. 

Más de un año después de lo ocurrido, a Cheikh aún le toca hablar del tema. «A la gente le interesa, quiere conocer estas cosas y yo intento explicarlas, también para que no vuelvan a ocurrir», cuenta este futbolista de 28 años, nacido en Mauritania y que emigró a Europa con dos años. Saad es todo un trotamundos que ha jugado en la UE Lleida, en el San Roque de Lepe, el Binéfar, el Hellín Deportivo, el Ontinyent, el Atlético de Monzón e incluso hizo una incursión en Polonia.  

En el Ascó ha encontrado una estabilidad y una calma que le han permitido reconciliarse con su mejor versión. Con 13 tantos, se ha convertido en el máximo goleador del equipo y uno de los principales artilleros de la categoría. «La temporada ha sido muy buena. Desde el primer momento he estado a gusto y lo he devuelto con goles», narra. Ha rechazado ofertas para jugar en Segunda B y su plan de entrada, a pesar de que no es algo definitivo, es seguir la próxima temporada en el Ascó para aspirar a un play off de ascenso que este curso se ha quedado cerca. «He dado muchas vueltas y ahora prefiero jugar aquí, cerca de la familia. Eso es más importante que el dinero», admite.