Un menor de 13 años amenaza a otro con una navaja en la calle

La Guàrdia Urbana lo detuvo porque dijo que tenía 16 años, pero después se dejó sin efecto al comprobar que era inimputable

19 mayo 2017 16:09 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:08
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Un menor fue detenido inicialmente por la Guàrdia Urbana acusado de haber amenazado a otro con una navaja y haberle roto el fluorescente que había comprado para su padre. El sospechoso dijo a los agentes que tenía 16 años. Pero posteriormente comprobaron que su edad real era 13, por lo que dejaron sin efecto el arresto e informaron a su madre de lo ocurrido.

El incidente se produjo sobre las cinco de la tarde del miércoles. Un joven marroquí de 13 años caminaba por la zona del Centre Cívic de Torreforta después de haber comprado unos fluorescentes para su padre. Se le acercó otro menor, de la misma edad y de nacionalidad española. Lo intimidó con una navaja y le dijo que lo pincharía. Asimismo, le rompió uno de los fluorescentes y le volvió a mostrar la navaja. Lo amenazó con pincharlo si llamaba a la Policía. La víctima se asustó y se refugió en el Centre Cívic.

Una trabajadora del centro alertó a la Guàrdia Urbana. Una patrulla acudió al lugar y el menor explicó a los agentes lo que le había ocurrido. Describió la navaja –dijo que era de color plateado– y también al autor, que llevaba una pantalón gris y que era muy obeso, por lo que caminaba de una manera oscilante.

La patrulla acompañó a la víctima hasta su domicilio, en el mismo barrio de Torreforta, para informar de lo ocurrido a sus padres y ofrecerles la posibilidad de denunciar los hechos. Cuando estaban de camino se cruzaron con el sospechoso, que iba en bicicleta. Éste fue interceptado y fue reconocido por la víctima. Iba indocumentado y dio su nombre verdadero, pero dijo que tenía 16 años. Llevaba en su poder dos navajas, una de las cuales coincidía con la descripción facilitada por la víctima. Ante ello se procedió a su detención por un delito de amenazas y otro leve de daños.

Otra patrulla acompañó al detenido al Hospital de Santa Tecla. Allí ya tenían su ficha, en la que se indicaba que tenía 13 años. Ante ello se llevó al menor a las dependencias policiales para determinar la edad. Allí se personó su madre, quien reconoció que tenía 13 años. Añadió que estaba dispuesta a pagar, si fuera necesario, el fluorescente roto.

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