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Los rasgos físicos del presunto violador que el jueves actuó en el Parc del Francolí de Tarragona no coinciden con ninguno de los sospechosos que salen en las bases de datos de la Policía y Mossos d'Esquadra.
Se trata de un hombre, de tez oscura, altura mediana entre 1,75 y 1,80 metros y ojos grandes y negros. La víctima, una mujer joven y afincada en la ciudad, incluso apuntó la posible nacionalidad de su atacante, que no ha sido desvelada por ser un dato difícil de contrastar.
Con esta descripción de las principales características del atacante, Mossos d'Esquadra ha realizado un retrato robot y lo ha distribuido en las últimas horas entre diferentes cuerpos policiales para intentar dar caza a este sujeto lo antes posible y evitar generar pánico en uno de los parques más frecuentados para hacer deporte o acudir con niños.
La agresión sexual confirmada por fuentes de la investigación ocurrió el jueves pasado antes de la hora de comer. Una mujer, de unos 30 años hacía running en uno de los muchos senderos del parque cuando fue sorprendida por este hombre, que la agarró fuerte por las manos inmovilizándola.
Se desconoce si el sujeto, aparentemente joven, llevaba algún tipo de arma encima para amenazarla, pero logró el agresor que la víctima se sometiera a sus deseos bajo coacción.
Según ha podido saber el Diari, el atacante le obligó a practicarle una felación mientras la manoseaba. Durante la agresión también le manoseó el cuerpo poco antes de intentar violarla en un lugar apartado del Parc Francolí.
En el momento en que el hombre intentó consumar la violación, la mujer encontró una oportunidad de escapar y sin pensárselo dos veces huyó a la carrera hacia las zonas más transitadas del parque para evitar que la volviera a coger.
La víctima llegó hasta la comisaría de la Guàrdia Urbana de Tarragona, donde explicó lo que le acababa de ocurrir. En la comisaría activaron el protocolo para atender a víctimas de esta tipología de delitos y alertaron de la agresión sexual a los Mossos d'Esquadra, que ahora llevan el caso.
La mujer fue acompañada por un agente hasta el hospital Joan XXIII, donde le practicaron un examen físico y extrajeron una muestra de semen que habría quedado en la ropa de la víctima durante la agresión.
La muestra recogida se llevó a un laboratorio especializado con la esperanza de poder tener información de algún sospechoso registrado en la base de datos. A falta de confirmación oficial, no habría coincidencias y de ahí la necesidad de ampliar la búsqueda con el retrato robot que ha hecho Mossos.
La Policía Autonómica ha confirmado la agresión sexual del jueves y añade que se está investigando. De momento, no hay detenidos y no se ha facilitado más información para proteger a la víctima y las líneas de investigación en las que está trabajando la Policía Autonómica.
