L’Arboç tiene una de las fiestas mayores más tradicionales y reconocidas en el país. Una cita imprescindible para conocer la cultura popular y la implicación de las entidades.
Es una fiesta declarada Patrimonial d’Interès Nacional en la que destacan sus diables centenarios (la carretillada es una impresionante muestra de dominio de la pólvora y del fuego que recorre las calles), pero además sus también centenarios bailes de gegants y de bastons.
De hecho, además del propio conjunto de la Festa Major, cuenta con cinco elementos Patrimonials d’Interès Nacional. Son el Ball de Bastons, los Gegants, la Diada Castellera, el Ball de Diables y la Carretillada.
En L’Arboç ese patrimonio de cuida de manera reverencial. Los gegants (él dedicado al general que asoló la localidad durante la Guerra del Francés) y la jornada castellera es una de las impresncindibles del calendario
Todo ello enmarcardo en un territorio puro DO Penedès. De L’Arboç dicen Terra de bon vi i de puntes al coixí. Por ello la Festa Major está íntimamente ligada a la gastronomía penedesenca y al paisaje.
Sólo por eso merece la pena visitar L’Arboç. Una curiosidad: la localidad alberga un museo dedicado al tiburón.