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La cuenta de Twitter @JobsMierda, creada recientemente por una periodista, hace furor. En ella se comparten «los mejores trabajos de mierda que puedes llegar a encontrar», un catálogo por las ofertas más precarias de la red. He aquí algunos testimonios de empleos en Tarragona lejos del SMI y que son ejemplo de precariedad y explotación.
«Devuelvo en B a mi jefe parte del sueldo»
Una camarera de Tarragona cobra un sueldo más o menos digno pero tiene que devolverle una parte al empresario en negro en virtud de un acuerdo alcanzado previamente. La empresa tiene que pagar en A una cantidad por encima del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), para no tener problemas, pero luego reclama al trabajador cada mes la devolución de parte de lo que ha cobrado.
«Me contratan por 20 horas y hago 60»
Los sindicatos denuncian la proliferación del llamado ‘modelo 20-40-60’, que consideran como una perversión. «Me contratan por 20 horas, me están pagando por 40 y al final de la semana acabo trabajando unas 60. Continúas en esto porque no tienes otra cosa, a la espera de que me salga algo más», denuncia resignado un trabajador de Tarragona.
«De 900 euros, 700 eran en negro»
A sus 19 años, esta chica tarraconense narra su caso: «Durante un tiempo trabajé para una empresa que vendía textil al por mayor. Estaba sin contrato y hacía más de ocho horas diarias». Al cabo de dos meses, por fin, consiguió un contrato: «Era de ocho horas a la semana, y en realidad hacía casi 50. Necesitaba el dinero para poder seguir estudiando». Esta joven cobraba 200 euros fijos y el resto a razón de cinco euros la hora. «Al final mi sueldo, que variaba, podía quedar en unos 900 euros, pero de esos, 700 eran en negro, sin declarar».
«Me sale la hora a cuatro euros»
«El sueldo limpio son 695 euros, 12 pagas. Tengo que hacer 18 habitaciones en cinco horas y media. No llegamos a todo», se resigna una camarera de piso de un lujoso y reputado hotel tarraconense. «Me sale la hora a cuatro euros», admite este empleada que prefiere no dar su nombre y que trabaja seis días a la semana.
Un sueldo de 400 euros por 12 horas al día
«Yo no tengo trabajadores, sino máquinas de hacer dinero», dijo un día un empresario de Tarragona en el ámbito de la restauración. Uno de sus empleados denuncia ahora prácticas abusivas. Entró en la empresa como ‘sin papeles’, fregando platos por un sueldo de 400 euros al mes y jornadas de trabajo que, en ocasiones, alcanzaban las 12 horas. «Estaba dado de alta en sólo un 15% de la jornada laboral», explica él. Más tarde fue despedido.
Encadenar 30 contratos anexados en una temporada
Un escenario que muestra la precariedad extrema atañe a la situación del trabajador esclavizado o siempre disponible. El empleado es contratado sólo por un fin de semana. Únicamente va a trabajar dos días. Y, a partir de ahí, acude con cuentagotas: un día va dos horas, otro día tres... El empresario sólo contrata en momentos de mucha rentabilidad o, por decirlo de alguna manera más gráfica, sólo cuando entran clientes. En Tarragona se han llegado a ver hasta 30 anexos a un contrato de una temporada de verano.
