Tras semanas de reuniones y llamadas telefónicas, el encuentro celebrado ayer entre la Comissió de Patrimoni del Ayuntamiento de Tarragona y la Direcció General de Patrimoni Històric de la Generalitat daba sus frutos. Ambas administraciones se comprometían en impulsar una inversión de más de un millón de euros en el patrimonio de la ciudad de cara al año que viene. Una inyección principalmente beneficiará a la Muralla y que, por otro lado, será continuada en el tiempo.
Y es que, por primera vez, está previsto que en el periodo entre 2020 y 2023 el Consistorio y la Generalitat aportarán cada uno la cifra de 100.000 euros anuales para actuaciones de conservación preventiva y mantenimiento. El compromiso contempla que esta cifra pueda prorrogarse otros dos años en el tiempo. No obstante, la aportación autonómica estará condicionada al hecho que la administración catalana sea capaz de sacar adelante sus presupuestos.
El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, afirmó que «hemos hecho la reflexión de que vale la pena hacer un mantenimiento continuado. Es la mejor manera de asegurar el buen estado de los monumentos y después no tener que hacer actuaciones de urgencia».
De cara al año que viene el Ayuntamiento ya dispone de esta suma en los presupuestos que aprobará hoy. Aunque no es la única partida que habilitará el Consistorio que, por otro lado, prevé otros 100.000 euros para el Amfiteatre y 342.000 millones para la Muralla. Después de que a finales de la semana pasada trascendiera el informe que apuntaba que hay un tramo de la fortificación en «riesgo de colapso», se ha decidido apostar fuerte para la recuperación de este monumento. Así, entre las dos administraciones movilizarán la suma de 684.000 euros para su rehabilitación
De acuerdo con el Pla Director de la Muralla, el primer tramo en el que se intervendrá será la Baixada del Roser. El proyecto ya está redactado y está previsto que Incasòl lo saque a licitación para poder empezar los trabajos que quedaron pendientes en la última intervención. A partir de ahí, Ibar apuntó que «se valorará técnicamente» aquellas actuaciones más urgentes.
En cuanto a la actuación que deberá llevarse a cabo en el Amfiteatre, el alcalde apuntó que «se está trabajando en saber el qué y en hacer aquellas pequeñas intervenciones que deben permitirnos que muy pronto podamos reabrirlo al público». El objetivo es que a corto plazo los visitantes puedan volver a bajar hasta el arena, mientras que la solución para las gradas y la celebración de espectáculos en el interior estarán supeditadas a una segunda fase que «puede tardar un poquito más».
En cuanto a la disponibilidad de dinero, Ibar también destacó que «nos comprometemos a buscar recursos extras». Y, en este sentido, el alcalde afirmaba que «en cuanta haya un Gobierno, nos dirigiremos a las secretarías y direcciones para hacer lo que debe hacer un alcalde: mendigar a quien sea».
Una comisión de patrimonio
La reunión de ayer también sirvió para sentar las bases de la futura Taula de Gestió del Patrimoni, un organismo en el que además del Ayuntamiento y la Generalitat también se invitará a formarne parte el resto de administraciones competentes, como es el caso del Estado. La Universitat Rovira i Virgili (URV), el Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC), la Reial Societat Arqueològica Tarraconense (RSAT) y el Arzobispado de Tarragona son otros de los organismos que quieren invitarse a sumarse en la iniciativa.
Ricomà recordaba que de esta forma se responde a una demanda que lanzó hace unos días la CUP. Pero es que además las Ciudades Patrimonio de la Humanidad están obligadas a crear una especie de ente con todas las administraciones competentes en materia de patrimonio, un paso que hasta el momento no se había dado.
Este organismo se reunirá cada tres meses para hacer un seguimiento del cumplimiento de las actuaciones previstas.
Durante el encuentro, la representante de la Generalitat quiso poner en valor «el trabajo que hemos llevado a cabo ambas instituciones desde hace años, en el conjunto del patrimonio de la antigua Tarraco». En este sentido, está previsto que en enero empiece la nueva fase de excavaciones en el Teatre Romà i la Vil·la dels Munts. Sobre el por qué la administración catalana no había aportado recursos de forma continua con un plan de conservación y mantenimiento como el de ahora, Ibar afirmó que «no se había planteado».