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El paddle surf vive un auténtico auge en los últimos tiempos. Sin embargo, si hay una playa en la que la concentración de tablas por metro cuadrado de arena es especialmente destacable esta es la de La Móra. «Es una zona muy tranquila y a los niños les gusta mucho. Se lo pasan en grande», indica Martina Pérez.
Los hay de profesionales, que ya cuentan con toda la equipación, y otros que se inician. Entre estos últimos muchos lo hacen alquilando los materiales en la estación náutica que gestiona la empresa Esportec Outdoor Sport, que este año ganaba la concesión de este negocio. «Junto con esta también tenemos la de Tamarit y Creixell, pero aquí es donde se trabaja más con mucha diferencia», afirma Bernat Montcusí.
Los aficionados al paddle surf comparten ganas de aventura con los del kayac. «El entorno es espectacular y da mucho de sí», añade Montcusí. Hacia el costado derecho de la playa puede hacerse la ruta de las tres calas –La Móra, Roca Plana y Fonda–, divisando el Bosc de la Marquesa desde abajo, mientras que los que se dirigen hacia el otro lado se encuentran con el castillo de Tamarit.
«Es una playa muy acogedora, con mucha familia y muy tranquila y con dos horas te da para hacer una excursión muy bonita. Lo del kayac es una barbaridad», indica Montcusí. Muchos de estos usuarios son parejas o grupos de amigos que deciden pasar una mañana diferente conociendo el litoral desde otra perspectiva, aunque también se hacen excursiones guiadas, dirigidas por un técnico, para ir a contemplar la puesta de sol.
La elevada cifra de usuarios que practican estos deportes acuáticos obliga a los socorristas de Creu Roja a estar muy atentos. «Son embarcaciones rígidas que pueden impactar sobre un usuario y hacerle mucho daño, por lo que estamos muy encima de que utilicen el canal de embarcación y si hay gente bañándose les avisamos de que no pueden estar allí», explica Eduard Cerrada. En los días en los que el agua está revuelta se cierra el espacio de alquiler. Pese a ello, los deportes acuáticos han ido a más y algunas tiendas de deportes ofrecen las tablas de paddle a precios asequibles, por lo que muchos de estos adeptos han decidido hacer la inversión. «Hay un auge, pero mucha gente es novata y esto a la larga puede comportar un peligro», concluye Cerrada.
