«Buscamos viva a la bebé que dejaron en el contenedor»

El abogado de las acusadas de haber asesinado a su hija y nieta recién nacida en Torreforta en marzo de 2020 pide «la colaboración ciudadana» para encontrarla con vida

20 febrero 2022 18:30 | Actualizado a 21 febrero 2022 16:47
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Hoy empieza en la Audiència Provincial de Tarragona el juicio contra las acusadas de un delito de asesinato de una bebé recién nacida, y de haberla arrojado en un contenedor de Torreforta. Los hechos ocurrieron el pasado mes de marzo de 2020 y las acusadas son una madre e hija del barrio de Ponent. El ministerio fiscal las acusa de asesinato y pide para ellas una pena de prisión permanente revisable. A pocas horas de empezar el juicio, el abogado de una de ellas, Josep Singla, hace un llamamiento a la ciudadanía tarraconense: «Si el día de los hechos alguien encontró a la criatura con vida y se la quedó, que lo diga».

Madre e hija aseguran, en boca de su abogado, que no mataron a la bebé y que la dejaron encima de un contenedor de la calle Tortosa de Torreforta, envuelta con una manta y dentro de una caja de cartón, a cien metros de su casa. «No entendemos por qué el Ministerio Fiscal las acusa de un asesinato si no está claro si la criatura está viva o muerta. No sería nada extraño que alguien la hubiera cogido y se la hubiera llevado», explica Singla, quien sigue: «Si es así, la persona que lo hizo que no se preocupe. Que lo diga y después ya haremos el papeleo o lo que haga falta».

Según Singla, la bebé nació sobre las cinco de la mañana y la madre de la criatura –entonces tenía 18 años– dejó a la pequeña en manos de la abuela. «La mujer no supo cómo gestionar el tema y la dejó en un contenedor a las diez y media de la mañana porque tenía miedo de las consecuencias». Fiscalía insiste en que la pequeña acabó falleciendo, pero por el momento no se ha encontrado el cadáver. «No sé por qué lo deduce. A estas alturas, hay mucha gente que busca en los contenedores y la calle Tortosa es una vía muy concurrida. Sospechamos que la pequeña sigue viva», añade el abogado, quien pide la colaboración ciudadana para esclarecer los hechos de este día 3 de marzo de 2020.

Si esta hipótesis fuera cierta, el juicio podría dar un giro de 180 grados. «Para acusar a alguien de asesinato es importante que haya un grado de maldad y esto no se puede demostrar. Como mucho, estaríamos hablando de un delito de abandono de la criatura y, en caso que se encontrara la bebé muerta, sería un homicidio imprudente. Nunca un asesinato», acaba Singla.

La versión de la Fiscalía

El Ministerio Público pide para ellas una pena de prisión permanente revisable y considera que los hechos constituyen un delito de asesinato de persona menor de 16 años, concurriendo la agravante de alevosía, además de parentesco. El caso será juzgado por un tribunal popular a partir de hoy y se alargará hasta el próximo lunes 28 de febrero.

A la hora de redactar el escrito de acusación, el fiscal se ha basado principalmente en el testimonio de las compañeras de aula del Centre Municipal de Formació d’Adults de Tarragona, a las que la madre del bebé contó lo que había sucedido.

Según el escrito de Fiscalía, la chica quiso deshacerse de la pequeña recién nacida con la ayuda de su madre, en un «plan preconcebido por las dos». La bebé nació en una habitación del domicilio familiar en una fecha no determinada –entre el 3 de marzo y abril de 2020–.

El escrito recoge que, después de dar a luz, la chica le tapó la boca y la nariz a la pequeña con la intención de causarle la muerte, consiguiendo que dejara de llorar, pero sin llegar a acabar con su vida. Fue entonces cuando escondió a la bebé en un armario hasta el día siguiente.

A las 10.30 h de la mañana, las abuela de la bebé salió a la calle «con ánimo de causarle la muerte o sabiendo que con su actuación se la causaría, dado el estado en el que se encontraba la pequeña, después de horas de no haber comido». La tiró en el contenedor de la basura, dice el escrito.

La Fiscalía insiste en que ambas mujeres se encontraban en plenas facultades mentales y relata los intentos por abortar por parte de la joven. No pudo interrumpir el embarazo porque ya estaba en un estado de gestación muy avanzado. Madre e hija declararon que les daba «temor» la reacción del abuelo al enterarse de la noticia y que, por eso, ocultaron el embarazo en todo momento. El abuelo no ha reclamado por los hechos.

Hoy empieza el juicio con el objetivo de esclarecer todo lo que ocurrió ese mes de marzo de 2020 en Torreforta. Un jurado popular tendrá la última palabra.

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