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Un hombre que compartía archivos sexuales de menores a través de las redes sociales ha sido condenado a cinco años de prisión, cinco más de libertad vigilada, en la que tendrá que someterse a un programa educativo y formativo en materia de educación sexual. Así se recoge en la sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona.
En la sentencia también se especifica que por parte de la Unidad de Informática Forense se proceda al borrado definitivo del contenido de pornografía infantil de los móviles intervenidos, teléfonos que se quedarán dicha unidad para su utilización o bien destrucción. Asimismo, se acuerda que se proceda a la retirada del contenido de pornografía infantil de la red social Twitter subido por el procesado. El fiscal pedía seis años de prisión, cinco y medio de libertad vigilada e inhabilitación especial para el desarrollo de profesión u oficio que implique contacto con menores durante nueve años y medio.
La embajada de Estados Unidos remitió informes relativos a Twitter que habían sido elaborados por el National Center for Missing and Exploted Children (Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados). De las investigaciones se obtuvo que el acusado, de nacionalidad española y residente en la demarcación de Tarragona, desde la dirección IP del ordenador situado en su domicilio, accedió a la cuenta de la red social Twitter publicando cinco archivos fotográficos de menores con comportamientos explícitamente sexuales, tales como felaciones y tocamientos.
El alertante de los hechos fue la embajada de Estados Unidos en EspañaEl 2 de junio de 2016 se realizó una entrada y registro en el domicilio del acusado. Se le intervino un teléfono móvil Huawei y otro LG modelo E610. En el primero de los aparatos, en una carpeta titulada ‘XXX’, se localizó la imagen de un menor de edad haciendo una felación a un hombre mientras introducía un dedo en el orificio anal de un perro. En marzo de dicho año el acusado había compartido dicha imagen por WhatsApp. En dicho teléfono Huawei se localizó una fotografía de una niña menor de edad lamiendo el orificio anal de un perro y dos imágenes más de un menor desnudo portando un arma de fuego.
En el segundo de los móviles se encontraron cuatro archivos en los que se observaban a menores de edad desnudos. Uno de ellos era de una niña de corta edad y mostraba sus genitales con muchas manchas o rojeces en la piel, en otro estaba un menor desnudo que apuntaba con un cuchillo a su propio pene y otro de un adulto colocando su pene sobre la cabeza de un bebé.
Según los magistrados, el acusado, durante su declaración en el juicio, no aportó ninguna explicación coherente sobre los hechos. Manifestó que usado de Twitter, pero no recordaba si lo hacía antes de diciembre de 2015. Tampoco recordaba su perfil y dijo que desde hacía un par de años ya no tenía dicha red social. Negó haber subido fotos de menores de edad a dicha red así como tener material pedófilo en sus teléfonos móviles. Como explicación a la presencia de imágenes pedófilas en sus móviles manifestó que dichos aparatos eran compartidos por otras personas, grupos de amigos cuando salían, haciendo tonterías.
