En la ceremonia oficial en la Sala de plenos del Ayuntamiento de Tarragona, ayer por la tarde, la organización benéfica Creu Roja recibió la Medalla de la Ciudad, la máxima distinción que se otorga por las labores y beneficios de la ciudad.
«Es difícil encontrar familias sin ningún vínculo a la Creu Roja», declaró el alcalde tarraconense Josep Fèlix Ballesteros, y resaltó su rol en centenares de historias personales y colectivas.
A propósito, recordó estos días de frío que estamos viviendo y a las personas sin techo. Del gran trabajo de los voluntarios habló también la concejal de Políticas de Igualdad y Servicios a la Ciudadanía del Ayuntamiento, Ana Santos.
«Pocas veces un premio se ha compartido por miles de personas voluntarias y profesionales de una forma tan clara», destacó ella, y afirmó que «seguramente es la distinción más compartida de la historia de Tarragona».
En el acto de la entrega asistieron, entre otros, concejales del ayuntamiento, representantes de la Creu Roja, el presidente del Consell Comarcal del Tarragonès, Daniel Cid.
Se acentuó sobre la importancia del trabajo social de la entidad por su trayectoria históricaEste año, la Cruz Roja celebra 125 años desde el primer momento en el que su gran idea humanitaria se convirtió en realidad. Su núcleo se basa en la actividad solidaria de más de 400 personas, 7.000 socios y 80 trabajadores de la institución.
En los discursos que rememoraron sus inicios y bondades, se remarcó «la nueva guerra que estamos viviendo – la crisis económica, en la que estas personas ayudan con generosidad a los más vulnerables».
«Pocas veces un premio se ha compartido por miles de personas voluntarias y profesionales de una forma tan clara»Ramon Grau, el presidente de la Creu Roja en Tarragona, recogió el galardón acompañado por tres miembros destacados de la organización, dirigiéndose a todos los que forman parte de esta, día a día.
Él agradeció el reconocimiento especificando la ayuda realizada a más de 20.000 personas, durante el año pasado.
Acentuó sobre el hecho de que esta triste estadística habla en sí del mal estado en el que se encuentra la sociedad actualmente. Subrayando el altruismo de esta actividad humanitaria, no pudo evitar nombrar la crisis que se está haciendo crónica: «Cada vez hay más gente necesitada», declaró.
Mencionó a las personas sin hogar, la gente mayor y a los niños en una situación de necesidad, entre otras cosas. Hizo mención también de los refugiados, ya que la Creu Roja es el único organismo que participa en el programa de su acogida e integración.
Entre las ayudas, se encuentran los cursos de castellano y catalán que se facilitan a más de 120 refugiados de diferentes países.
Ramon Grau recordó los inicios de la asamblea local, en el lejano 1898, cuando se realizó la primera gran actuación que consistía en atender a los heridos en el conflicto durante la Guerra de Independencia de Cuba.