Cuenta atrás para la recuperación de la Necròpolis de Tarragona

El inicio de la cuenta atrás para la recuperación de la Necròpolis Paleocristiana está en marcha. Hace unas semanas el Ejecutivo central seleccionaba a la empresa que se encargará de la redacción del proyecto básico y ejecutivo, junto con la dirección de la obra, una fase en la que se definirá el alcance de la actuación prevista, que tiene que estar acabada en junio de 2026.

El calendario apremia. Al ser una actuación vinculada a los fondos Next Generation no hay tiempo para dilaciones. «Llegaremos a la fecha prevista, lo que implica que en 2024 debemos tener el proyecto básico y ejecutivo, y que tendremos que hacer todos los trámites administrativos para poder iniciar las obras en 2025», indica la directora del Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT), Mònica Borrell.

‘Urbana strata’

Ahora la pelota está en el tejado de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por los arquitectos Pau Jansà, Ignasi Cristià y Joan Maria Tomàs. Bajo el lema ‘Urbana strata’, la propuesta que presentaron fue la que finalmente resultó seleccionada por parte de la empresa pública Segipsa, para llevar a cabo esta esperada intervención.

No parten de cero. Desde que los ministerios de Cultura y Turismo anunciaron el año pasado la inyección de siete millones, procedentes de los fondos Next Generation, el conjunto de las partes implicadas se ponían a trabajar para abordar las fases previas.

El objetivo es hacer una intervención «integral» del yacimiento, en la que se ponga en valor el entorno con un sentido amplio. «Es una zona que tiene una larga historia. Sobre todo por esta etapa tardo-romana como cementerio, pero que también estuvo muy condicionada por el papel de suburbio que ejerció», indica Borrell.

Hay un segundo elemento que no quiere pasarse por alto. Es la intervención arqueológica dirigida por mosén Joan Serra Vilaró, que puso al descubierto el yacimiento y que este año se conmemora el cien aniversario de su inicio. Al respecto, Borrell asegura que «queremos recuperar estos valores centenarios de la intervención que se hizo».

El proyecto que quiere llevarse a cabo quiere levantar la mirada para «incidir en el entorno de la ciudad desde los cuatro costados». El objetivo es hacer un espacio más «permeable», que «dialogue» tanto con el río como con el edificio de Tabacalera. «Al final, ahora tenemos un muro, pero el yacimiento sigue por debajo de la antigua fábrica, por lo que no estamos mirando muros perimetrales sino al revés», indica Borrell.

Al estar vinculado a las ayudas europeas, la intervención propuesta deberá tener en cuenta elementos como la sostenibilidad y la accesibilidad. Este último constituye un «gran reto», teniendo en cuenta que se trata de un espacio protegido que forma parte del conjunto Patrimonio de la Humanidad. Asimismo, obligará a repensar cuestiones, como la eficiencia energética o el hecho de generar sombras, que permitan que sea un espacio amable para las personas.

Borrell afirma que el proyecto que ahora debe redactarse «marcará unas pautas generales para el conjunto de la Necròpolis y nos dirá hasta qué punto podemos intervenir». «Parece mucho dinero, pero hay muchas necesidades y también somos ambiciosos. No nos conformamos con lo que tenemos, sino que queremos fijar oportunidades futuras», señala.

Por fases

La intervención se centrará específicamente en la finca que ocupa la actual Necròpolis. A partir de ahí, se deja para más adelante el espacio debajo de la antigua fábrica de tabacos, donde se esconde una de las joyas del conjunto, como es la Cripta dels Enginyers. La idea es que la actuación que ahora pudiera hacerse no acabe condicionando en un futuro la recuperación de Tabacalera.

«Avanzar en este proyecto nos permitirá plantear nuevas oportunidades que iremos definiendo. Iríamos mal si en junio de 2026 esto se acaba y no tenemos nada pensada de cara a un futuro», argumenta la directora del MNAT.

Un segundo actor que participará en la definición del proyecto es el Ayuntamiento de Tarragona, que quiere aprovechar la intervención propuesta para hacer una mejora urbanística de esta entrada de la ciudad. «Si quiere recuperarse el acceso noble, la idea es mejorar el Passeig de la Independència con una acera más ancha para los peatones, así como el tramo de Ramón y Cajal hasta la entrada del museo, que ahora es muy estrecho», indica el concejal de Patrimoni, Nacho García, quien también ejerce las competencias en materia urbanística. Al respecto, este muestra «plena disposición» para cooperar.