La subdirectora de la unidad de tratamiento de la prisión de Mas d’Enric ha sido cesada de sus funciones y redestinada como psicóloga al Centre Penitenciari Obert de Tarragona. Desde el Departament de Justícia i Qualitat Democràtica argumentan que «es un cambio que está dentro de la rueda de cambios previstos».
Sin embargo, fuentes del personal apuntan que todo es consecuencia de una pérdida de confianza en esta persona a raíz del asesinato de la cocinera Núria López en marzo del año pasado. Al parecer, señalan estas fuentes, presidía la comisión de tratamiento que permitió a Iulian Odriste, el asesino de Núria, volver a trabajar a la cocina, después de haber sido expedientado tras mantener una discusión violenta con otro interno el 31 de octubre del año 2023.
«Es una pérdida de confianza que va directamente relacionada con su gestión, otra cosa es que el Departament quiera dar esa versión, pero nosotros sabemos que la versión no oficial es la cierta, aunque oficialmente se quiera proteger a su figura», afirman al Diari diversas fuentes.
¿Por qué se habría ‘señalado’ a la subdirección de tratamiento y no a la dirección? «Al interno que cometió el asesinato se le permitió volver a trabajar a la cocina después de que se le abriera un expediente por un incidente previo con otro preso, y es la junta de tratamiento la que lo autoriza, una junta que estaba presidida por esta persona y que no siguió ni los tiempos ni el procedimiento que tendría que haber seguido». La subdirectora presidía la junta siempre que el director no podía hacerlo.
De hecho, tal y como admitió el Departament, los técnicos no volvieron a evaluar el riesgo de reincidencia con el test RisCanvi después del incidente de Odriste con otro preso. Además, en la segunda etapa como auxiliar de cocina, la Junta de Tractament consideró la falta cometida como un hecho aislado y le permitió reincorporarse al puesto de trabajo sin pasar por la lista de espera como el resto de internos, ya que, a su juicio, se mantenían las condiciones necesarias para ocuparlo, a pesar de tener el expediente disciplinario vigente.
Ya se habían producido quejas
Parte del personal de rehabilitación de Mas d’Enric, formado por juristas, psicólogos, trabajadores y educadores sociales, docentes, monitores de deportes, de artes escénicas y plásticas, bibiliotecarios y mediadores interculturales, envió un escrito semanas después del asesinato a la dirección del centro y a la secretaría.
En la misiva, se denunciaban supuestas irregularidades: «En lugar de prevalecer y respetar las valoraciones técnicas que realizan los equipos de tratamiento, se priorizaron otros elementos como la productividad y otros intereses del centro a la hora de asignar los puestos de trabajo a los internos».
¿Por qué un año después?
El asesinato de Núria López se produjo en marzo del año pasado. ¿Por qué este movimiento podría considerarse una consecuencia? Fuentes internas explican al Diari que, durante los primeros meses, la conselleria estaba en manos de Esquerra Republicana y había otra dirección general. Poco después del crimen, el entonces director de la cárcel, Paco Romero, abandonó sus funciones en favor del director del Centre Penitenciari Obert, Carles López-Grippa, que recientemente ha pasado a ser director de los Serveis Territorials de Interior i Seguretat Pública, ascendiendo como nuevo director el hasta ahora gerente de la prisión, Jordi Pons.
Más allá del relevo de Romero, no hubo más destituciones. Por lo tanto, la entrada del PSC al Ejecutivo catalán, además de las modificaciones en los cargos de confianza, podría haber supuesto que se retomara el análisis de toda la información disponible. Según explican fuentes del personal, había una información reservada a la que no se ha podido acceder hasta que no se cerrara una de las causas judiciales. A partir de ahí, se podrían haber tomado decisiones.
Por otra parte, las mismas fuentes indican que la subdirectora habría estado de baja y se habría reincorporado hace poco, motivo que también denota el retraso a la hora de confirmar el relevo.
¿Qué hace esta unidad?
¿Cuáles son las funciones de la unidad de tratamiento? Básicamente, coordinar al equipo de tratamiento: psicólogos, educadores, jefes de tratamiento... Además, también supervisa los diferentes programas que la prisión tiene en este sentido, como el RisCanvi. Cada módulo tiene un equipo autónomo, pero todos están bajo el paraguas de la dirección y la subdirección de la unidad.