Dídac Nadal: «Jamás hubiera impulsado el modelo Ten Brinke»

Entrevista. Promover el comercio de proximidad es una de las prioridades para el concejal. Nadal apuesta por tirar adelante el formato de las APEUs, como incentivo para revitalizar el sector

08 septiembre 2021 19:10 | Actualizado a 09 septiembre 2021 05:40
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El portavoz del grupo municipal de Junts per Tarragona y presidente de Espimsa, Dídac Nadal, es, desde el pasado 15 de junio, concejal de Comerç del Ayuntamiento. El sector comercial ha sido uno de los más maltratados a lo largo de la pandemia. Nadal nos explica ahora la estrategia que tiene pensada para darle el empujón que necesita el comercio local.

Pimec asegura que desde la Covid, al menos un 30% de los comercios de Tarragona han cerrado puertas definitivamente.

No nos consta este dato. Lo que sí sabemos es que hay algunos sectores, como el del mueble, que ha mejorado como resultas de la pandemia. Las altas y bajas de los comercios es un dato difícil de saber.

Pero también han cerrado tiendas...

Sí, con la Covid y antes de la Covid también. No lo niego. El sector comercial está en crisis desde hace 15 años, desde que se apuesta por deslocalizar los grandes centros comerciales fuera de la ciudad. Esto, sumado al comercio electrónico y a las pocas ayudas durante la pandemia, ha agravado la situación.

Tarragona también apuesta por las grandes superficies fuera de la ciudad. ¿Prueba de ello es el centro comercial que se ubicará al lado del Anillo Mediterráneo, no?

Este proyecto de Ten Brinke ya venía planificado por el antiguo gobierno socialista. Ya sabemos que debemos gobernar con esta mochila. Pero si me pregunta si soy amante de este modelo, la respuesta es no, en ningún caso. De hecho, el Plan Parcial 10 contemplaba una gran multinacional que no generaba competencia para el comercio local. Finalmente, el proyecto ha ido evolucionando hasta a día de hoy.

"Hace 15 años la llama comercial de las calles Unió y Apodaca estaba viva. Pero durante el mandato socialista se apagó"

¿Ten Brinke hará daño al comercio de proximidad?

Ten Brinke, al final, es una especie de interlocutor. Debemos ver cuál es el producto final. Pero si allí se construye un centro comercial, evidentemente que hará daño. Es un modelo que yo jamás hubiera impulsado. Para mí, unas instalaciones de este tipo no encajan en los planes de recuperación del comercio de proximidad.

¿La situación comercial de Tarragona es dramática?

No, pero no hay tiempo para más prórrogas. Es imprescindible empezar a hacer políticas de acompañamiento frontal al comercio de Tarragona. Sí que es verdad que, analizando los modelos comerciales de otras ciudades, nos damos cuenta de que la gente quiere tener experiencias dentro de la ciudad, no en las afueras. En Tarragona tenemos mucho ganado, con el clima, el patrimonio y la concepción turística. Hace falta explotarlo ahora.

Dejando aparte los bonos comerciales, ¿qué más hace la concejalía para el impulso del sector?

La mayoría de actuaciones son transversales, como por ejemplo la Illa Corsini o los APEUs. Ahora, ya estamos trabajando en el Black Friday y la campaña de Navidad, que tendrá nuestro propio sello.

¿Cuál es la zona que más le preocupa?

Todas, pero debo reconocer que me sabe muy mal que se haya apagado la llama que había en el entorno de las calles Apodaca y Unió. Hace 15 años estaba viva y durante el mandato socialista se apagó. Y esto, a título personal, lo lamento.

¿Hay un proyecto para reactivar la zona?

La primera acción que hemos llevado a cabo es la puesta en marcha del mercadillo de la Plaça dels Carros, como un dinamizador de la Part Baixa.

¿Qué fallo tiene el sistema de subvenciones que siempre acaba sobrando dinero? ¿Los comercios no se enteran?

Lo primero que hice al llegar a la concejalía fue hablar con otros ayuntamientos y me sorprendió que los déficits de suscripción de las ayudas es una cosa generalizada. A medida que se iban acotando las bases y mejorando el servicio, la cosa ya es distinta. En la última convocatoria se ha transferido un 76% de la partida.

"Creo que hay equilibrio en la Plaça Corsini y su entorno, con mercadillos, mercados, terrazas, comercios y ferias"

¿Tarragona debe abrir los comercios los domingos?

Las tiendas pueden abrir. Es una elección que debe hacer el mismo empresario, lo dejamos en sus manos después de esta crisis tan fuerte que estamos viviendo. Nuestro trabajo es estimular para que quieran abrir. En esta situación de parálisis es muy difícil encontrar una sobremotivación que nos lleva a abrir los domingos.

¿Coincide en que el precio del parking juega en contra del comercio?

Hasta hace un mes y medio, sí, ahora ya no. Son asequibles y me consta que los comerciantes están satisfechos.

El alto precio de los alquileres tampoco ayuda a recuperar el pulso.

El Ayuntamiento solo puede actuar en ejercicio de sus competencias. Todo lo que esté en nuestras manos, lo haremos. Pero, en este caso, son los propietarios de los locales los que deben tener la responsabilidad. Lo único que podemos hacer es mejorar el entorno de un local vacío como estímulo para que acabe alquilándose.

¿Peatonalizar el primer tramo de la Rambla Nova sería un ejemplo y una buena manera de empezar?

Está claro que necesitamos más espacio para las personas y las familias, y menos para los coches. Eso no quiere decir que los vecinos no puedan acceder al parking de su casa. Estoy a favor de esta peatonalización y creo que el futuro pasa por ir transformando así la ciudad.

¿Le da miedo que haya zonas en las que solo cierran comercios y abren bares y restaurantes?

Me da el mismo miedo que si la ciudad fuera estrictamente comercial, ya que también habría quien quisiera tomar algo en una terraza. Las cosas no son blancas o negras, la clave es encontrar el equilibrio. Además, hay plazas que insistimos en que sean una cosa, pero su personalidad es otra. Es el caso de la Plaça Jacint Verdaguer. Sería una tontería pensar que sea una plaza para conciertos, cuando se ha especializado en niños.

"Quizás cuando podamos hacer un concierto un sábado por la tarde en el mercado, algún paradista se anime a abrir"

¿Y la Plaça Corsini y su entorno consigue tener este equilibrio del que habla?

Creo que sí. Entre mercadillos, mercados, vecinos, terrazas y ferias. Es verdad que quizás debemos hacerlo un poco más amable. Pero la restauración y el comercio deben convivir en la plaza.

¿Quiere poner en marcha las APEUs?

Las APEUs son una herramienta que mejora las zonas comerciales a través de la colaboración público-privada. Estamos al principio, pero vamos por el camino correcto. Antes de la APEU es importante hacer estudio para detectar las diferentes áreas de actuación. Nos encontramos aquí ahora. Si encontrásemos un ámbito suficientemente autónomo y motivado, el Ayuntamiento le acompañaría en la tramitación.

¿Los comercios ven con buenos ojos la iniciativa?

Sí, mi sorpresa es el grado de conocimiento que tienen los empresarios de este tema. Yo lo he visto en otros países y he alucinado las cosas que se llegan a hacer. Desde ferias de flores hasta abrir fábricas y llenarlas de foodtrucks.

¿Tiene claras algunas de las zonas que se acercarían más a la idea de APEU?

La misma naturaleza territorial lo dice. Sant Pere i Sant Pau sería una, la Plaça Verdaguer y su entorno otra, la Part Baixa también, entre otros.

¿Hay calendario o se trabaja a largo plazo?

Ahora estamos participando en un programa de la Generalitat para que nos ayuden a monitorizar las áreas. Mientras tanto, hacemos reuniones con los actores implicados.

Cambiamos de tema y nos trasladamos al Mercat Central. ¿Qué pasa con los dos locales vacíos de la planta baja?

Espimsa propone relajar los contratos, ya que las bases de la adjudicación de estos locales no tiene nada que ver con la situación económica. Que los plazos de concesión no sean tan amplios, por ejemplo.

Las paradas del Mercat Central siguen cerrando durante las tardes del sábado. Usted dijo que haría lo posible para que volvieran a abrir.

Entre lo que dije y hoy han pasado muchas cosas, como por ejemplo, una pandemia. Empezaré a cumplir con mi objetivo cuando me dejen entrar un piano dentro del mercado con cincuenta sillas para disfrutar de un concierto. Quizás entonces a algún paradista le entren ganas de abrir. Es importante entender que llevamos un año y medio de parálisis.

En el mercadillo cada vez hay menos paradas y más ropa de segunda mano. ¿Es consciente?

Los mercadillos son los que han tenido un impacto más grave e injusto a lo largo de la pandemia. Es importante recordar que Tarragona es la ciudad que más mercadillos ha mantenido durante la Covid y que más ha bonificado. Pese a ello, desde Espimsa tratamos de convencer a los marchantes de que es necesario reinventarse.

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