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    Discapacidad y sexo: más educación y menos sobreprotección

    Asistimos a un taller de educación sexual para personas con discapacidad intelectual Institut Cal·lípolis y los alumnos tienen las cosas muy claras

    25 marzo 2024 19:34 | Actualizado a 26 marzo 2024 07:00
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    La sesión está terminando, así que Andreu López, psicólogo y terapeuta sexual, comienza a hacer una especie de examen rápido a los presentes: «¿Quién puede sufrir abusos sexuales?: A) Cualquiera, B) Personas débiles, C) Personas que visten de forma sexi». Y los alumnos responden a coro: «La A, cualquiera»... Y así se van sucediendo las preguntas sobre abusos, consentimiento y otros temas que hacen pensar en que este grupo de chicos con discapacidad intelectual tiene las cosas más claras que muchos jóvenes de su misma edad.

    Los asistentes al taller tienen entre 16 y 18 años y son alumnos del Itinerari Formatiu Específic (IFE) de Auxiliar en Manteniment d’Instal·lacions Esportives del Institut Cal·lípolis; un itinerario adaptado para jóvenes con discapacidad intelectual leve o moderada.

    En estos estudios específicos de Formación Profesional hay dos grandes bloques: el que tiene que ver específicamente con el área a la que se dedicarán (relacionada con la actividad de instalaciones deportivas) y el que tiene que ver con la autonomía personal.

    En este último bloque trabajan habilidades sociales y hábitos saludables claves para su autonomía, tal como explica su profesora Elisa Camps. Es justamente aquí donde se incluye la educación sexual.

    No mirar para otro lado

    El taller es impartido por el SASS-DI (Servei d’atenció a la salut sexual de les persones amb discapacitat intel·lectual). Andreu López explica que la idea del servicio partió de la experiencia de un grupo de profesionales de la Fundació Villablanca que llevan más de 30 años trabajando en temas de sexualidad y afectividad.

    El servicio, que depende de la fundación y cuenta con la colaboración de la Fundació ‘la Caixa’, es pionero en la demarcación y ofrece talleres y asesoría «desde Tortosa a el Vendrell, aunque ahora mismo estamos desbordados porque tenemos muchas peticiones».

    Una de las peculiaridades es que se trata de un curso con un lenguaje expresamente adaptado. López reconoce que hay cierta creencia social de que la personas con discapacidad no tienen sexualidad. «Y es un mito, comenzando porque no hablamos solo de tener sexo». Se suma además que las familias tienden a infantilizarles. «Es más fácil mirar para otro lado, pero la sobreprotección se lleva muy mal con la educación sexual», señala.

    Camps, sentada a su lado, asiente. En el caso del instituto no solo ha habido talleres para los alumnos, sino también para las familias y para los propios profesores.

    La lista de temas que tratan es amplia, desde el cuerpo humano, sus características y la reproducción; hasta conceptos como igualdad de género, orientación y educación sexual, intimidad, vínculos afectivos, erotismo, placer...

    También se hace hincapié en explicar los riesgos y en cuándo y cómo pedir ayuda; ya que se trata de personas que por sus características podrían ser más vulnerables. De hecho en algún taller han encontrado a personas que con la información que han recibido se han dado cuenta de que habían sido abusadas.

    Pero durante la charla, y viendo las reacciones de los alumnos queda claro que, al fin y al cabo, se trata de un grupo de adolescentes con todo lo que ello conlleva. Hay risas, cierta vergüenza, pero también saben llamar las cosas por su nombre.

    Natalia, de 17 años, cuenta que ella tiene pareja y por eso su madre la llevó a la comadrona para que le explicara cómo cuidarse. Está contenta con el curso porque «ahora hay cosas que tienes más claras».

    A su lado Edgar, de 18, apunta que no todos los jóvenes tienen la misma confianza con sus familias de sexualidad y por eso son tan importantes cursos como éste. Cree que hacen falta más talleres como estos, pero en todas las escuelas e institutos, no solo en el suyo «porque la verdad es que se habla poco».

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