Ensenyament debe decidir en las próximas tres semanas cómo quedará el número de grupos de P3 en las 33 escuelas existentes en la ciudad, entre centros públicos (20) y concertados (13). Con las cifras de preinscripción escolar entregadas al Departament (ayer era el último día), el pánico que todos los centros educativos temían por la escasez de alumnos nacidos en 2013 (futuros P3) se ha disipado ligeramente, sobre todo en aquellos centros donde el número de sillas vacantes es asumible. En otras escuelas, sin embargo, el nerviosismo está a flor de piel porque hay riesgo de perder alguna línea por la escasa demanda registrada.
La Generalitat no ha querido dar datos alegando que las cifras aún son provisionales. Argumentan en Barcelona –los responsables territoriales no pueden hacer declaraciones– que «aún queda un 5% de alumnos para colocar». A pesar de ello, la consellera Meritxell Ruiz saca pecho de los resultados porque se basan en criterios objetivos de calidad, que permiten contrarrestar el descenso demográfico y mantener, de momento, todos los grupos abiertos. «La valoración es muy positiva», asegura.