El feminismo ‘invisible’ de la Transición

La doctora en Historia por la URV Meritxell Ferré reivindica el papel de las mujeres durante ese periodo en Catalunya

25 junio 2018 10:18 | Actualizado a 26 junio 2018 11:53
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«La importancia de las mujeres como sujetos históricos durante la Transición no está suficientemente puesta de relieve en los libros de historia», asegura Meritxell Ferré, autora del libro El moviment feminista a Catalunya durant la Transició (Publicacions URV y Arola Editors). La doctora en Historia por la Universitat Rovira i Virgili reivindica la actividad movilizadora que llevaron a cabo las organizaciones feministas catalanas tras el fin de la dictadura de Franco y el inicio de la democracia. 

«El movimiento feminista era asambleario y transversal. Muchas mujeres que participaban en colectivos feministas estaban vinculadas a otros movimientos sociales, como el vecinal, o a partidos y sindicatos antifranquistas», explica Ferré.

Origen
Parte de su tesis doctoral

 Este libro forma parte de la tesis doctoral ‘Pensament i acció del moviment feminista a Catalunya durant la transició democràtica (1975-1985)’, que Meritxell Ferré defendió en diciembre de 2013 en la URV bajo la dirección de la catedrática de Historia Contemporánea Montserrat Duch.

En la provincia de Tarragona, el feminismo se concentró en la capital. Las mujeres activas en los diversos grupos participaron en campañas en favor de la amnistía feminista o el derecho al divorcio y al aborto libre y gratuito. «También tuvieron impacto en la ciudad las acciones en contra de las agresiones machistas y las violaciones. Así surgió, por ejemplo, la propuesta de Nit de Llunes, que reivindicaba, igual que ahora, que las mujeres pudiesen caminar solas y tranquilas de camino a casa por la noche», cuenta Ferré.

Las mujeres -añade- también fueron decisivas en la lucha por unos barrios más dignos en Tarragona, especialmente los de Ponent, con la demanda de asfalto, alcantarillado, semáforos, escuelas o centros médicos.

«Tomaron consciencia de la vulneración de sus propios derechos y se agruparon alrededor de las vocalías de mujeres, que fueron un punto fundamental en la órbita del feminismo», indica Ferré.

Más de cuarenta años después, este movimiento sigue despierto. «En principio, ahora deberíamos estar hablando de una igualdad de derechos a nivel formal entre hombres y mujeres, pero si acercamos la lupa observamos una gran cantidad de desigualdades». Los datos estadísticos -continúa- muestran que «hay una brecha salarial entre hombres y mujeres y que estas todavía se topan con el techo de vidrio en ciertos ámbitos profesionales». Por no hablar de las horas que las mujeres dedican a las tareas del hogar.

«También continúan existiendo y perpetuándose comportamientos y actitudes propias de una sociedad patriarcal como la nuestra. No hace falta ir más allá para saber que las mujeres nos sentimos vulnerables cuando vamos solas por la noche. Sentencias como las de La Manada hacen que la lucha feminista y la reivindicación de los derechos de las mujeres sean más necesarios que nunca», concluye Ferré.

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