El libro que merecen las feministas que abrieron camino en Tarragona

Entre Roser Vidal, la ginecóloga de Mitja Lluna, centro pionero de planificación familiar creado en Tarragona en 1981, a las 50 mujeres que cinco años después se autoinculparon ante el juez de un aborto, hay buena parte de la memoria tarraconense de un feminismo precursor que va a merecer una investigación. «Será un recuerdo de las mujeres pioneras que nos ayudaron a conseguir lo que hoy tenemos, que aún es poco», explicaba ayer Cinta Pastó, la concejal de Feminismes de Tarragona.

El acto sirvió para presentar un fanzine que es la avanzadilla de un trabajo académico para arrojar luz sobre el movimiento. Una suerte de «justicia histórica», dijo Sara Masalias, graduada en Historia por la URV y miembro del equipo de trabajo. Ella repasó los hitos de un feminismo que «nace como respuesta a la falta de libertades de la dictadura, que va articulándose con encuentros informales para hablar de política pero también para compartir experiencias, hasta formar un sentimiento colectivo y pasar a la acción».

Tarragona asistió al surgimiento del llamado Bloc Feminista, que trasladó los temas privados a la esfera pública. Recordaba Masalias los finales de los 70, «con frentes sobre el derecho al aborto, el divorcio, la legalización de los anticonceptivos, la educación no sexista, las casas de acogida para mujeres maltratadas, la reivindicación del derecho al placer y al propio cuerpo». Montserrat Duch, doctora en Historia, es otra autora al frente de un proyecto que busca ser participativo. Ella misma tomó parte en los albores de aquel movimiento. «Haremos un grupo de trabajo sin jerarquías, horizontal, con entrevistas, para explicar ese feminismo que nace en la contracultura pero que aquí, además, tiene que enfrentarse a la dictadura», narraba ella.

A la presentación, celebrada en el Pati Jaume I del Ayuntamiento de Tarragona, asistieron parte de esas mujeres cuya voz configurará un relato local del feminismo de segunda ola, el que nace en todo el mundo a partir de los 70. Duch recordó el valor de la «genealogía y la transmisión, la oportunidad de poder explicar todo esto de primera mano, para que sirva de ejemplo de cómo unas mujeres lucharon, igual que para nosotras fueron los referentes de la Segunda República como Clara Campoamor».

El proyecto, que se nutrirá también de material gráfico, se titula ‘Les dones decidim. Història i memòria del feminisme a Tarragona (1974-1999)’. La investigación arranca ya y verá la luz en forma de libro.