Vías deterioradas, tornillos que se mueven, traviesas rotas y restos de basura por todas partes. Esta es la imagen que presenta la antigua línea ferroviaria Reus-Roda, en su paso entre La Pobla de Mafumet y El Morell, un tramo de unos quince kilómetros de longitud, que sigue operativo, y por el que circulan los trenes desde la refinería de Repsol a Constantí. «Incluso hemos encontrado una persiana casi tocando a la vía y se han registrado varios deslizamientos, con desprendimientos de piedras», explicaba, Jaume Fromosa, miembro de Gepec-EdC.
Esta organización ecologista ha llevado el deterioro de la infraestructura a la Fiscalía de Tarragona para que lo investigue. Y es que, por este tramo circulan convoyes cargados con óxido de propileno, «un producto muy peligroso y volátil, que es inflamable y podría generar una nube tóxica, además de estar catalogado como posible cancerígeno», añadía Fromosa. Los trenes pasan a escasos metros de las viviendas e incluso de un parque infantil. De hecho, la vía tampoco dispone de elementos de señalización ni de seguridad. Una situación que llamó la atención de Juan Manuel Fernández, que es vecino de la zona y hace años empezó a inquietarse por el estado de una vía que «no se veía demasiado segura».
Fernández se dirigió al Gepec-EdC, que en 2017 empezó a indagar para conocer los productos que se transportaban y para denunciar el mal estado de la vía. Aseguran que iniciaron este periplo en el antiguo Departament de Territori de la Generalitat y que, posteriormente, también se dirigieron a la subdelegación del Gobierno, a Adif y a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria. La entidad asegura que incluso tuvo que recurrir a la Comissió de Garantia del Dret d’Accés a la Informació Pública (GAIP), para que estas administraciones proporcionaran la información requerida.
La respuesta que obtuvieron, explicó Jaume Fromosa, es que «cumplían con la normativa ya que los trenes circulan a menos de 20 km/h y hay un asistente de circulación». Pese a ello, Gepec-EdC considera que en este caso hay una «inacción» de las administraciones que les ha llevado a la Fiscalía. «Nosotros no tenemos a profesionales para evaluar el grado de peligrosidad de las vías y como la administración tampoco hace lo que le corresponde, pedimos que se investiguen los hechos», apuntaba Fromosa.
Cinco años
La plataforma Cel Net también se sumaba a la denuncia. Ambas entidades piden el «cese inmediato» del servicio ya que «ahora mismo representa un riesgo muy importante para la ciudadanía». Por este motivo, piden que se exploren alternativas como el transporte por tubería, para evitar el riesgo. Así lo apuntaba Josep Maria Torres, portavoz de Cel Net, quien lamentaba que «estamos de nuevo en las mismas, pidiendo la información desde 2017 y con una batalla administrativa que nos lleva hasta Transparència para saber que no se está haciendo nada».
Ambas entidades también instan a los vecinos de La Pobla de Mafumet y El Morell que hagan requerimientos a sus ayuntamientos en contra de Adif, Repsol, el Departament de la Vicepresidència, Polítiques Digitals i Territori de la Generalitat de Catalunya, además de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria para que «se arregle o se paren las circulaciones, que son un peligro».
Por su parte, la empresa Repsol confirma que por esta vía circulan las cisternas de óxido de propileno que salen desde el polígono norte a Puertollano. «Nosotros lo que hacemos es cargar los tanques y después hay una empresa especializada que se encarga del transporte, que por lo que sabemos y controlamos se hace con seguridad», apuntan fuentes de la compañía. La empresa que se encarga del transporte es Tramesa, mientras que la titularidad de la infraestructura es del ente público Adif, a excepción del tramo que discurre por el interior del complejo petroquímico, en el que se asegura que se llevó a cabo una actuación de mantenimiento.
Repsol explica que en total son dos convoyes a la semana los que salen llenos y vuelven de vacío.