«En 50 años aquí tendremos dos grados más de temperatura»

El geógrafo y meteorólogo de TV3 Francesc Mauri inauguró las jornadas de Ematsa

07 junio 2019 09:55 | Actualizado a 08 junio 2019 16:33
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Francesc Mauri, geógrafo y personaje reconocido gracias a su trabajo como meteorólogo de TV3, no deja lugar a dudas: «Sabemos con un 100% de certeza que hay cambio climático. También sabemos que la especie humana no estará de aquí a unos años en el planeta».

Y no, lo suyo no era alarmismo, sino una demostración, con datos objetivos, de que el cambio climático ya está aquí. Lo contaba ayer durante la jornada de innovación de Ematsa, que este año se dedicaba a la economía circular.

Mauri se empeñó en demostrar que no hace falta ir muy lejos para ver los efectos que está causando el calentamiento en nuestro territorio: «En 50 años, aquí en Tarragona tendremos dos grados más de temperatura, un clima similar al de Almería, Murcia o Alicante... Y eso no aparece en el Sálvame o en la revista Cuore».

«En Catalunya el mar ha subido 10 centímetros en 30 años», explicaba, para recordar que cuando se habla de calentamiento «no hay que pensar solamente en osos panda». Sin ir más lejos, señalaba, la primera línea de mar estará amenazada «y en sitios como El Serrallo sabemos que tendremos problemas».

Se trata, además, de unos efectos sobre los que ya estamos advertidos y sólo queda ver cómo aminoramos el impacto.

Entre esas medidas que todavía podemos tomar, Mauri destacó la economía circular, un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos. «Y esto tendrían que tenerlo en cuenta los políticos. No se trata de un asunto de derechas ni de izquierdas», apuntó.

El verde da ganancias

El director-gerente de Ematsa, Dani Milan, se encargó de poner en perspectiva lo que la economía circular puede hacer, ya no sólo por el medioambiente, sino por las empresas. Aportó datos como que las compañías que apuestan por este modelo tienen un 15% más de beneficios. La mala noticia, no obstante, es que de los materiales que se desechan en el proceso de producción sólo se reaprovecha el 5%.
Un reto en el caso de las empresas de agua es, por ejemplo, el hecho de que cada minuto se desechan un millón de botellas de plástico en el mundo que contaminan mil veces más que tomar agua del grifo.

Ayer también fue la oportunidad de conocer lo que está haciendo Ematsa para ajustar sus procesos a la economía circular. Entre los hechos destacables está la proporción, cada vez mayor, de utilización de energía hidráulica y solar. Igualmente, la empresa ha apostado por los vehículos eléctricos; al final de este año contarán con 15.

El responsable de ingeniería, proyectos e innovación, Jose Molina, también explicó lo que se está haciendo con los lodos que resultan del tratamiento de aguas residuales. Actualmente, parte de estos lodos son empleados como abono en agricultura, pero ahora están trabajando para que el resto sirva para generar biocombustible. De hecho, ya el 15% de ese biocombustible sirve para alimentar la propia caldera que sirve para el proceso y se calcula que con el gas restante podrían funcionar 43 coches o cinco autobuses. 

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