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Esquerra Republicana prefiere el actual gobierno sin presupuesto con la CUP y el edil Hermán Pinedo que otro con nuevas cuentas, el apoyo del PSC pero sin las cupaires y el concejal no adscrito. Así lo aseguró ayer en declaraciones al Diari el portavoz de ERC, Xavier Puig, quien de esta forma rechazaba el ofrecimiento que, solo 24 horas antes, había puesto sobre la mesa la formación socialista para abrir un proceso de negociación para abordar la posible actualización de las previsiones económicas de este año, ahora prorrogadas de 2021.
En el pleno de anteayer, la portavoz del PSC –Sandra Ramos– afirmó durante el debate del modificativo de crédito de 15,6 millones que su partido estaría dispuesto a «hablar sobre las cuentas de este año y del próximo» con Esquerra y Junts per Tarragona si ERC «rompe con la CUP y el concejal tránsfuga». Este martes, preguntada por este periódico, Ramos reiteró su ofrecimiento, si bien especificaba que este «no será sine die» y que «Esquerra debe decidir cómo y con quien quiere llegar a acuerdos hasta final de mandato».
La concejal del PSC recalcó que la petición de expulsión de CUP y Pinedo «ya la habríamos puesto sobre la mesa si nos hubiéramos sentado a negociar en diciembre». Ramos añadió que su formación «puede llegar a acuerdos con todos los partidos del pleno, a excepción de la CUP», mientras que pide la expulsión del edil no adscrito «para cumplir con el pacto antitransfuguismo».
ERC: «Construir con todos»
«Con estas declaraciones, el PSC deja claro que su prioridad es el partido y no la ciudadanía de Tarragona. Sus intereses partidistas pasan por encima de los de la ciudad. A ellos les mueve excluir a los demás, y a nosotros construir con todos», aseguró ayer el portavoz de la formación republicana. Asimismo, Xavier Puig reivindicó que «nadie puede pretender reventar a un gobierno fuerte y consolidado, que ha estado trabajando unido para aprobar unos presupuestos y para sacar adelante la ciudad», por lo que define la exigencia del PSC como de «completamente descabellada» y denuncia que «la política de bloqueo que practican los socialistas desde el inicio de mandato no beneficia a nadie».
Desde la CUP, su portavoz –Eva Miguel– aseguró ayer que la propuesta socialista para forzar su marcha del gabinete municipal «evidencia que una CUP en el gobierno les molesta», lo que «demuestra la buena labor que estamos haciendo, en contraposición con su forma de hacer política caciquil y oscura durante tantos años. Por esto nos quieren fuera y, por esto, es tan importante que estemos». Desde junio de 2021, Eva Miguel e Inés Solé gestionan las carteras de Medi Ambient, Habitatge, Serveis Socials, Cultura y Festes.
El tercer socio del gobierno de la Plaça de la Font –Junts per Tarragona– salió ayer a defender que la CUP siga en el ejecutivo municipal. «Para nosotros, la línea roja está en no pactar con grupos o concejales imputados por delitos de corrupción graves y que se exponen a penas de prisión», afirmó ayer el portavoz de los juntaires, Dídac Nadal, apuntando de esta manera a los ediles del grupo socialista Josep Fèlix Ballesteros y Begoña Floria, que están pendientes de ser juzgados en la Audiencia Provincial por el caso Inipro.
