Whatsapp Diari de Tarragona
  • Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
    Diari
    Comercial
    Nota Legal
    • Síguenos en:

    «Hacía un calor brutal. Debajo del paso estábamos a más de 45ºC»

    Las altas temperaturas provocadas por la humedad marcaron la tradicional procesión de Sant Magí, que ayer por la tarde salía del Portal del Carro para recorrer las angostas calles de la Part Alta

    19 agosto 2023 23:33 | Actualizado a 20 agosto 2023 07:00
    Se lee en minutos
    Participa:
    Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
    Comparte en:

    Temas:

    El calor y la humedad fueron los grandes protagonistas de la tradicional procesión de Sant Magí, que ayer por la tarde iniciaba su recorrido desde la Plaça de la Font para acabar pasadas las 21 horas de la noche en la Ermita del Portal del Carro.

    El abanico y la botella de agua eran indispensables para intentar refrescarse. Sin embargo, los que ayer sudaron la gota gorda son los diez portants –seis dentro y cuatro fuera– que este año tuvieron el privilegio de cargar con el paso del santo. «El peso no es excesivo, son 40 ó 45 kilos, pero debajo de las faldas estábamos a más de 45ºC de temperatura», afirmaba Ton Gené, que este año se estrenaba llevando la imagen del patrón. En el último momento uno de los miembros de la cofradía se lesionó, lo que supuso su entrada a este pequeño grupo de ‘privilegiados’ para el que incluso «hay lista de espera», según explicaba el jefe de los Portants, Salva Molina.

    Según Molina, llevar la imagen del patrón es «una gran alegría», aunque este año «el calor era bestial. Ha sido de los peores años». Unas sensaciones que Gené vivió por primera vez. «Soy maginià al 120% y casi todos los días subo a ver el patrón. La bullanguera Santa Tecla no tiene nada que ver con el místico Sant Magí», afirmaba escasos minutos después de acabar la procesión.

    Este amor incondicional hacía más llevadero el largo cansancio acumulado durante todo el día. Y es que al esfuerzo realizado durante la procesión se le sumaba que la mayoría de los portants habían participado por la mañana en la jornada castellera, por lo que «entre el calor y el dolor de espalda estamos agostados, pero todo sea por Sant Magí», añadían todavía exhaustos.

    Santa Tecla mueve masas, sin embargo, Sant Magí también tiene a su parroquia de incondicionales. Y en muchas familias las fiestas del patrón se viven como la auténtica fiesta mayor de la ciudad. Así lo siente Lídia Gil Requesens, procedente de una saga de Magins formada por el abuelo, el tío y el hijo. «Por mucho que digan que es la fiesta mayor pequeña, para mí es la grande, aunque haya menos gente de Tarragona y que haya más turistas, pero es la mejor», decía. Como presidenta del Ball de Bastons vive intensamente ambas celebraciones. No obstante, formar parte del pequeño grupo que forma el Seguici de Sant Magí hace que tanto la llegada del agua como la procesión se vivan de una forma muy especial.

    El Magí de les Timbales siempre es uno de los personajes más queridos. Sin embargo, los grandes triunfadores entre los más pequeños son los cabezudos, que durante todo el recorrido reparten encajadas y simpatía entre un público muy agradecido que les sonríe todas las gracias.

    «Quería subir tan solo para ver a los nans, porque ayer se quedó enamoradísimo. Le gustaron muchísimo y hoy sí o sí tenía que volver a verlos», decía la madre de Oriol, Sofía Ballester.

    Más en un segundo término se lo miraban desde la calle Major Rosa y Pilar. «Estamos agostadas, porque nosotras ya no estamos para muchas historias pero no nos hemos perdido nada. Esta mañana los castells y ahora la procesión», decían.

    Sin lugar a dudas, uno de los momentos más emotivos se vive en el último tramo del recorrido, cuando la imagen del patrón entra a la Plaça de la Pagesia y las cuatro colles castelleres de la ciudad levantaron sus pilares. Las escaleras del parking Jaume I estaban completamente abarrotadas de gente que no quería perderse este momento. Y después del tradicional saludo, mientas esta última ya enfilaba los últimos metros antes de llegar de nuevo a la Ermita empezaban a dispararse los truenos de la Pirotècnia Estalella. El colofón final antes de la subida de los pilars caminant, que es otro de los momentos álgidos.

    Los Xiquets de Tarragona iniciaron el recorrido, seguidos por la Jove, El Serrallo y la Colla Castellera de Sant Pere i Sant Pau. Esta última destacó por cubrir el tramo de forma tan veloz que incluso no esquivó la banderola que había colgada en la calle y la enxaneta se dio de bruces en la cara, sin que en algún momento se temiera por una posible caída. Al final, las cuatro consiguieron su objetivo en el año en el que el nuevo Consistorio de Rubén Viñuales se estrenaba cerrando filas.

    Comentarios
    Multimedia Diari