Homenaje a la familia Ralenes en TGN

Esta vez, la iniciativa artística 'Mar-mur' cuenta la historia y la vida de una saga 'serrallenca' a través de un mural ubicado en la fachada de su casa, en la calle Sant Joan

02 enero 2022 20:11 | Actualizado a 03 enero 2022 10:47
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Un homenaje a una familia serrallenca es lo que se ha hecho esta vez en la calle Sant Joan. Pintar murales en las fachadas para dignificar el barrio es algo a lo que ya nos tienen acostumbrados lo del Serrallo. Pero, en esta ocasión, el mural va un poco más allá y plasma la vida, la historia y la manera de hacer de los Ralenes –sobrenombre de una familia–. Los artistas @Gasicpainter y @Rustikstudio han sido los autores de la obra de arte, que justo se encuentra en la fachada donde todavía vive esta familia tan conocida en el Serrallo.

El dibujo retrata algunos momentos vividos por los Ralenes. La joven que pasea por voramar es Goya, la madre. El hombre agachado de rodillas que acaricia una perrita es Josep, el padre de la familia, y el que está de pie es su amigo Fontcuberta. En el centro de la fachada y en primer plano, llevando a hombros el misterio de la Confraria de Pescadors, se encuentra el tío Ramon y, en la parte izquierda, a bordo del bote, el tío Vicenç. 

Tal como explica el hijo de la familia, Josep Cueto, las escenas están sacadas de fotos en blanco y negro, hechas a mediados de los años cincuenta y a principios de los setenta. «Son momentos de la vida de las personas de mi casa, pero podrían ser perfectamente de cualquier familia del barrio», explica Cueto. Mosquits, Cagaduros, Pataquets, Merdasses, Cagueta, Malandando, Boles, Piquipala, entre otros, son algunos de los sobrenombres de los serrallencs de toda la vida.

Este mural simboliza el esfuerzo y el sacrificio que estas familias llevaron a cabo para tirar adelante sus casas y negocios durante la época de postguerra. Todos ellos consiguieron construir un barrio lleno de vida y de personalidad que, hoy en día, es la joya de la ciudad. La iniciativa de los murales, y en concreto este último, ayuda a recordar y a homenajear a quienes vivieron con el mar como principal aliado. «Los recuerdos son lo último que nos queda. Un barrio que no recuerda su pasado es una comunidad sin historia, un ente viviente, sin alma ni identidad», decía Cueto.

Iniciativa ‘Mar-mur’

El mural forma parte de la iniciativa Mar-mur, ideada por la Associació de Veïns del Serrallo, coordinada por la Cooperativa Combinats y financiado gracias al Port de Tarragona y una subvención. La idea es dibujar murales en algunas fachadas con el objetivo de dignificar el barrio a través de arte urbano vinculado al mar. «La finalidad de todo ello es que la esencia del lugar no se pierda. El Serrallo no es solo la fachada marítima. Es un barrio que ha crecido a base de trabajo y de esfuerzo», explica Justo Velilla, miembro de la Associació de Veïns del Serrallo. 

La entidad se puso en contacto con los Ralenes para proponerles participar en la iniciativa. «Es una familia que ha vivido aquí toda la vida y que siempre está dispuesta a ayudar y contribuir en el barrio», explica Velilla. 

El de la calle Sant Joan es uno de los muchos murales que hay dibujados en el Serrallo. Por ejemplo, en la entrada del barrio, por el acceso del Pont de Petxina, hay una mujer remendadora, obra del artista Orion Leim. En otra pared, hay un fondo marino, de Sara Porras. Y así, un largo etcétera.

El artista

El artista reusense Xavier Oliach, conocido como Gasicpainter, es el autor de la obra de arte en la calle Sant Joan. La asociación de vecinos le llamó y le hizo la propuesta. «Me dijeron que querían reflejar la historia de una familia que vive en esa casa. Me encantó la idea», explica el artista. Entre la entidad vecinal y la familia seleccionaron las fotos más representativas. El dibujo se llevó a cabo mediante la técnica del proyectado, es decir, un proyector plasmó las imágenes en la fachada. Después, se pintó con lo que se conoce como aerosoles –o pinturas de spray-, utilizando una escala de colores sepia. A Gasicpainter le ayudó un amigo y estuvieron tres días insitu. «Que el dibujo tenga una historia como la que tiene detrás es un valor añadido para la obra de arte», explica Gasicpainter, autor de otros murales como el de la biblioteca Xavier Amorós de Reus o el de la calle Fortuny de Tarragona.

Comentarios
Multimedia Diari