Una pareja se enfrenta a cinco años de prisión, pagar una multa de 3.600 euros así como una indemnización de 64.569,23 euros por presuntamente haberse apropiado de joyas así como de haber falseado un documento mercantil. Los procesados tenían que publicar un libro sobre un joyero, al que le dijeron que les prestase piezas y relojes para ser exhibidos en eventos en los que ellos participaban, los cuales contaban con la presencia de políticos nacionales y también directores de importantes medios de comunicación. El caso será juzgado en enero en la Audiencia de Tarragona.
La acusada, desde el 2011, entabló amistad con un conocido maestro orfebre y joyero de Tarragona como consecuencia de que la mujer le realizó una entrevista y posteriormente redactó la biografía del hombre para su publicación.
La mujer presentó al denunciante al otro acusado, quien se tenía que encargar de buscar la editorial que publicaría dichas memorias, a la vez que le propusieron promocionar la joyas de dicho taller en diversos programas de televisión en los que iba a participar la procesada.
Con el fin de obtener la confianza del joyero, le dijeron que su biografía iba a ser publicada por una conocida editorial, así como que se podrían exhibir y promocionar en los eventos que participaran algunas de las joyas elaboradas por él. Incluso le manifestaron que en dicho proyecto participaban personas con gran relevancia en la política nacional así como directivos de importantes medios de comunicación.
El joyero realizó entregas de joyas a los acusados de forma sucesiva y en atención a las peticiones de los mismos. La primera donación fue el 19 de mayo de 2016 por valor de 33.953,81 euros. En agosto se hizo otra entrega por valor de 43.592 euros.
Los acusados, »siguiendo su plan de actuación y de mantener la confianza de los perjudicados» le llegaron a enviar, tras confeccionar los correspondientes justificantes de transferencia bancaria, uno con fecha 1 de julio de 2016, por valor de 3.700 euros y el otro de 7.700 euros a nombre de una persona que, según los procesados, era uno de los directivos interesado en adquirir las joyas.
Los perjudicados, tras requerir a los acusados la devolución de las joyas entregadas para ser exhibidas según lo convenido, y tras no recibir el dinero por la adquisición de alguna de ellas, no han obtenido respuesta alguna. La acusada sí que envió por correo –que fue abierto delante de notario– algunas joyas en agosto de 2016 por valor de 12.979,67 euros.
