Asfaltos Españoles, S. A., (Asesa) inició su camino hace más de medio siglo en el Polígono Industrial Sur de Tarragona del que es una de las empresas pioneras. Dedicada al refino del petróleo, Asesa se ha adaptado a los cambios, siempre manteniendo un compromiso con la sociedad. El responsable del Departamento de Seguridad, Medio Ambiente y Calidad, Álex Espinosa, explica cuál es el recorrido de la empresa a nivel medioambiental, así como algunos retos de futuro.
¿Qué propiedades principales tiene el betún asfáltico?
El betún asfáltico, comúnmente llamado asfalto, es el componente negro que podemos ver en nuestras calles y carreteras. El betún es un derivado pesado del petróleo, obtenido durante su proceso de refinado. Se trata de un material ampliamente utilizado en la construcción de carreteras y pavimentos por su impermeabilidad y capacidad para unir materiales. Es un producto sostenible debido a su muy bajo impacto climático durante su uso. Es el único hidrocarburo cuyo uso no está destinado a la combustión y por lo tanto no emite gases de efecto invernadero. Además, es altamente reutilizable en su aplicación, lo que contribuye a reducir la generación de residuos y el consumo de recursos naturales, por lo que es favorable desde el punto de vista ambiental y promueve la economía circular en la industria de la construcción. Por último, es capaz de aceptar la adición de algunos materiales como residuos de neumáticos o de plásticos sin perder sus propiedades redundando aún más en la economía circular.
«El betún asfáltico es un producto sostenible debido a su muy bajo impacto climático durante su uso»
¿Cómo ha evolucionado el producto o su obtención a raíz de las nuevas políticas medioambientales?
La industria del betún viene reconociendo desde hace muchos años que el betún asfáltico es un material de construcción sostenible que ofrece soluciones reales a los desafíos de cambio climático y movilidad, innovando desde siempre y anticipándose a la priorización que hace la sociedad actual para contribuir a un futuro más sostenible, lo que sin duda es un tema clave desde la misión del sector. En la construcción de carreteras, que es su principal uso, no tiene competidores. Su única alternativa, el hormigón, comporta diferentes problemas por lo que en la actualidad prácticamente no se encuentran carreteras que no sean de asfalto.
¿Cuál es el recorrido de Asesa en el proceso de descarbonización?
Para una industria energéticamente intensiva como la nuestra, la descarbonización es un reto importante, aunque se vertebra como un camino indispensable y sin retorno, asociado a su vez al uso eficiente de recursos, a la circularidad del ciclo de vida de los materiales a lo largo de su cadena de valor o generación desde el diseño de productos seguros y sostenibles. Para ello, ASESA trabaja en un Plan Estratégico ambicioso enfocado a la seguridad, al mantenimiento sostenible de la actividad, así como a la eficiencia energética y descarbonización. Todo ello supone a largo plazo la electrificación progresiva de nuestro proceso productivo, disminuyendo el consumo de combustibles fósiles, y acometiendo las inversiones necesarias en eficiencia energética y automatización.
«Algunos retos son mejorar la eficiencia, garantizar la fiabilidad a nivel de excelencia y la mejora de la posición competitiva»
¿Qué papel juega la planta de cogeneración de ciclo combinado?
La planta de cogeneración de alta eficiencia está claramente influida por la transición hacia las energías renovables y la reducción de emisiones. Sin embargo, su alternativa debe ser considerada en una transición a medio plazo, puesto que actualmente forma parte de nuestro proceso productivo, aunque se trabaja en la estrategia de electrificación para optimizar su uso. No hay que olvidar que, a nivel de aseguramiento de disponibilidad estructural, esta tecnología es necesaria como respaldo a la generación eléctrica flexible y poder hacer frente a la intermitencia de las energías renovables en el contexto actual. Adaptar el potencial uso del hidrógeno en estas plantas, las políticas energéticas presentes y futuras, así como la demanda de energía por parte de la sociedad condicionará su futuro.
¿Cómo ve, a nivel global, el despliegue de las renovables? ¿Cree que se cumplirán los objetivos de 2050?
La industria petroquímica es uno de los mayores y más consolidados sectores industriales, siendo la innovación el motor para promover la descarbonización. Nuestro sector promueve tecnologías y materiales en el ámbito de la transición energética, la generación de hidrógeno verde y realización de procesos químicos con emisiones bajas o nulas. Por ello, es clave que la regulación favorezca un horizonte de precio eléctrico competitivo a largo plazo, apostando claramente por las medidas para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero o bien acelerando el desarrollo competitivo del hidrógeno renovable. Estamos firmemente convencidos de que cumpliremos los objetivos de 2050 ya que este sector tiene capacidad para asumir el reto y contribuir a ello de una manera determinante, sin olvidar que ello debe ir acompañado del apoyo inequívoco de políticas adecuadas por parte de las administraciones competentes.
«Nuestro sector promueve tecnologías y materiales en el ámbito de la transición energética y la generación de hidrógeno verde»
¿Cuáles son los principales retos de futuro de Asesa?
Los retos de futuro de ASESA para asegurar la sostenibilidad, siempre alineados con nuestros accionistas, parten del desarrollo de una cultura de la excelencia en seguridad, medio ambiente y con vocación de empresa saludable. La mejora de la eficiencia, garantizar la fiabilidad a nivel de excelencia, la digitalización, la automatización y la mejora de nuestra posición competitiva en un sector maduro como el nuestro son otros de los grandes retos. No podemos olvidar aplicar en todo momento las mejores técnicas disponibles para vertebrar la transición energética y descarbonización. Finamente, pero no por ello menos importante, tenemos que hacer frente a las consecuencias del cambio climático que en nuestro caso están afectadas por el incremento de los episodios de lluvias torrenciales como el que sufrió Tarragona durante las fiestas de Santa Tecla del pasado 2022.