Veinte jóvenes de toda España participan en el primer curso de formación profesional online que ofrece la escuela Joan XXIIII de Tarragona. Se trata de una iniciativa pionera, que abre una nueva puerta de cara a seguir ampliando los horizontes de unos estudios que en el primer curso ya han superado todas las expectativas.
La prueba se ha hecho con el grado superior de Marketing y Publicidad. «Teníamos claro que queríamos hacerlo 100% online, ya que de esta forma podíamos abrir la matrícula a la totalidad del territorio español, y no todos los ciclos lo permiten», describe el director de FP de este centro, José Luis Espallargas.
El único requisito que marcó el Departament d’Ensenyament fue que debía ser un ciclo que ya existiera en la modalidad presencial. En este caso, entre los dos cursos que dura el grado hay sesenta alumnos inscritos. De hecho, no hay suficientes plazas y algunas de las personas que se quedaron fuera son las que después se matricularon para hacerlo de forma virtual.
Es una opción que facilita el acceso a la formación para personas con cargas familiaresLas clases son íntegramente delante del ordenador. Los alumnos tienen un calendario que les indica el día y la hora en la que cada profesor imparte la lección en directo. En caso de que no puedan conectarse en ese momento, los vídeos quedan guardados en el sistema. «La clave es esta flexibilidad, porque entendemos que muchas de las personas que se decantan por esta opción es porque están trabajando o tienen cargas familiares, por lo que debemos darles la oportunidad de hacerlo cuando les vaya bien», argumenta Espallargas.
Además, todos los alumnos tienen acceso a un campus con las unidades formativas y la bibliografía en papel que hace de apoyo.
El subdirector de esta escuela apunta que la formación profesional virtual ha permitido la «dispersión» territorial. «Tenemos alumnos de Madrid y de muchas otras partes, incluso nos preguntó un chico de Inglaterra que al final no se matriculó», añade.
Ya se está trabajando en los contenidos del grado superior de Administració i FinacesEl centro ha constatado también como, de esta forma, ha podido llegar a alumnos que, si no, posiblemente no estarían estudiando. «El porcentaje de alumnos de FP estándar es muy bajo, en cambio tenemos a mucha gente que está trabajando y desde la propia empresa o por iniciativa propia le han solicitado ampliar su perfil profesional, además de alguna madre de familia que está en un impás laboral y que aprovecha para formarse», describe Espallargas.
El resultado ha sido superior al esperado. El ratio mínimo que marca Ensenyament para los centros públicos es de 18 personas. La cifra ha sido superior. Esto hace que el centro ya tenga claro que va a ampliar la oferta de cara al próximo curso. Falta la luz verde por parte del Govern para comenzar a trabajar en los contenidos del grado superior de Administració i Finances. Y la escuela no descarta que haya un tercero. «Estamos estudiando diferentes posibilidades», dice.
El máximo responsable de los estudios de formación profesional se muestra convencido de que «es un campo con mucho recorrido aún por explorar. Estamos viendo cómo el consumo a distancia se está imponiendo y creemos que la formación también va en esta línea. La sensación es de que no parará y la voluntad es de innovar permanentemente», concluye.