La mitad de alumnos extranjeros de TGN debería cambiar de escuela para un reparto igualitario

En el último informe del Síndic de Greuges la ciudad aparece de nuevo entre los municipios que más segrega a sus estudiantes. Los datos apenas ha mejorado en los últimos cursos

04 marzo 2022 18:20 | Actualizado a 05 marzo 2022 12:13
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Si se quisiera conseguir una distribución equitativa entre las escuelas de la ciudad de los alumnos extranjeros que ahora cursan primaria habría que cambiar (hipotéticamente hablando) de centro educativo al 49% de ellos. Si el ejercicio se hiciera con los que comenzaron en P3, la cifra aumenta; habría que cambiar de escuela al 56%. En el caso de los que van al instituto sería necesario ‘mover’ al 34% de quienes cursan Educación Secundaria Obligatoria, ESO.

El cálculo es uno de los indicadores que usa el Síndic de Greuges para medir la segregación escolar. Se entiende por segregación escolar cuando en los centros educativos se escolariza mayoritariamente a un determinado perfil de alumnos (socioeconómico o cultural) que no se corresponde estadísticamente con la población general.

Sin apenas mejoría

El informe que presentó el Síndic esta semana ante el Parlament compara los datos desde que se firmó en 2019 el pacto contra la segregación entre el Departament d’Educació y el propio Síndic. Desde entonces los datos en la ciudad se han movido poco. En el caso de la primaria la segregación solo ha bajado el 4% entre el curso 2018/2019 y el actual, el 2021/2022. En secundaria la mejoría solo es del 1%.

Así pues, los datos vuelven a dejar a la ciudad entre los municipios catalanes con más segregación. En concreto es el sexto municipio de más de 10.000 habitantes que más segrega en primaria y el quinto que más lo hace en la ESO.

Otro de los aspectos que se usa para medir el grado de segregación es la distribución de alumnos con necesidades educativas específicas (NEE B y C). Las necesidades educativas de tipo B son las derivadas de situaciones socioeconómicas o socioculturales desfavorecidas. Las de tipo C tienen que ver con la incorporación tardía al sistema educativo.

El pacto recogía que era clave detectar a los alumnos que tienen estas necesidades y distribuirlos también de una manera más equitativa.

En este punto la ciudad sí que ha mejorado su capacidad de detección y ha pasado de detectar en el curso 2028/2019 un 1,8% de alumnos con NEE B en P3 a un 8,3% en el curso actual. No obstante este curso solo se acabó matriculando a un 5,6% en una plaza reservada para tal fin. En el caso de las NEE C no se detectó ninguno ni entonces ni ahora.

Con todo, se trata de datos que todavía quedan muy lejos del 20% o el 25% de alumnos con este tipo de necesidades que el Síndic calcula que deberían hacerse aflorar para acercarse a la realidad.

‘Acelerón’ el curso que viene

El concejal de educación Manel Castaño, reconoce que la segregación es un problema en el que la ciudad viene «de muy abajo» por lo que queda mucho camino por recorrer.

No obstante, está convencido de que el próximo curso (para el cual comienzan las preinscripciones el lunes) se va a notar un «acelerón» gracias a algunas medidas que ya se han tomado, como por ejemplo, en el caso de Tarragona, un cambio de zonificación escolar. El año que viene se pasará de siete a cuatro zonas escolares.

En este sentido el concejal reconoce que hay zonas de la ciudad, como Ponent, donde la segregación escolar está estrechamente ligada con la residencial. La ciudad, de hecho también es una de las 30 que más segregación residencial tiene según el Síndic. En el centro, y Llevant, no obstante, donde conviven diferentes centros públicos y concertados, sí que podría hacerse un esfuerzo por una distribución más equitativa.

Castaño cree que la ciudad deberá aprovechar la «mochila económica» anunciada por el Govern para los alumnos vulnerables que comiencen en P3 y primero de la ESO y que será de 384,66 euros al año para los centros públicos y 988,10 para los concertados. «Esto ayudará a vencer cualquier reticencia en la concertada», señala.

Recuerda que cada centro, independientemente de su titularidad, está obligado a reservar un determinado número de plazas para las NEE B y C y, explica, habrá que aprovecharlas y acompañar a las familias que las necesitan.

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