La pompa y el brillibrilli se adueñan del Carnaval de Tarragona

La Rua de Lluïment es aquel momento del Carnaval de Tarragona en el que las comparsas salen a disfrutar. Y si el sábado se quedaron con un sabor agridulce, por culpa del frío y el fuerte viento, este domingo tenían un doble motivo para salir a la calle preparadas para darlo todo.

«Ahora mismo estamos muertos después del cansancio de todos estos días, pero hoy es el momento de salir a pasarlo bien. Cuando salgamos ya nos habremos olvidado de todo», decía Carla Verde. Era una de los más de cien componentes de la comparsa Colors Fantasy, que este año recuperaba un personaje mítico de los videojuegos, como es el Mario Bross, para encabezar los primeros puestos del séquito de esta Rua de Lluïment.

Este estaba formado por las quince comparsas que durante la edición del año pasado quedaron en primer lugar, un privilegio ganado a pulso que hace que todos los años las entidades busquen superarse para poder estar en el desfile.

«Cómo se elige no lo sé, porque somos mucha gente, pero todos los años buscamos personajes que se presten al juego y que nos permitan hacer teatro en la calle, que es lo que queremos», añadía Hugo Corbacho. Un juego que los que van encima de la carroza viven de una forma más distendida que los que desfilan en plena calle y si encima tienes la suerte de ir encima de un kart, tienes puntos para acabar convirtiéndote en el rey de la fiesta.

La rúa del domingo ofrece la ventaja que los nervios del sábado ya han quedado en un segundo plano, y las coreografías y bailes que las comparsas han estado ensayando en los últimos meses cogen un carácter más fiestero y distendido. También es el momento de las agujas imperdibles y los arreglos para sujetar aquellos tirantes y complementos que después de dos días muy intensos empiezan a caerse por todas partes.

Llega el ‘vacío’

Sin lugar a dudas, un momento especial tanto para los veteranos como para aquellos que todavía pueden considerarse novatos en esto del carnaval tarraconense. Después de más de seis años desfilando, Victòria Borredo todavía no forma parte de los que tienen más edad, pero tampoco puede considerarse una aprendiz. Ella era una de las protagonistas del verano de las Carmelites, en su particular recreación de la diosa de la agricultura y la fertilidad Demeter.

«Llevamos ensayando desde octubre y el sábado tuvimos algunos problemas con el sonido, así que hoy toca salir a pasárnoslo bien y a disfrutar», decía Borredo. Han sido meses de ensayo y también de preparación de los disfraces, que en el caso de esta entidad tenía hasta cuatro modelos diferentes, uno por cada una de las estaciones. Con todo, la sensación que empezaba a extenderse entre sus componentes era la de «vacío». «Por un lado tienes ganas de que se acabe, porque es cada fin de semana. Por el otro, antes de empezar ya sientes nostalgia», añadía esta joven carnavalera.

Esto se acaba

Quedan escasas horas para que el reinado de Javier Palacios y Ainara Zapata termine en la ciudad. Sin embargo, este domingo agotaban sus últimas fuerzas en esta rúa en la que se puso de manifiesto que la pluma y el brillibrilli son dos de los grandes protagonistas de esta fiesta mayor de invierno.

«A mi la verdad es que no me gusta, pero los niños quieren verlo y es lo que toca», decía Amparo Pascual. A las 17.30 horas de la tarde ya estaba en la calle Ramón y Cajal con la silla preparada y una bolsa con la merienda para hacer más soportable la tarde.

El personaje Coco de Diseney, protagonizado por Disc 45, o el Circus, de los Spectrum fueron dos de las comparsas más destacadas entre el público. Sin embargo, los protagonistas deberán esperar hasta el martes para conocer el veredicto del jurado y saber si han ganado las credenciales que les permitirán repetir un año más.