Los problemas de la Generalitat –con un presupuesto prorrogado– también afectan a las mejoras de los parques de bomberos. En el Pla Estratègic 2017-2022 se hacía una radiografía del estado de las diferentes instalaciones. La última remesa de proyectos de obra afectó a ocho parques de Catalunya, ninguno de la demarcación de Tarragona.
El que está primero en la lista es el de Tarragona, que tiene 36 años de historia –se inauguró en 1982– , siendo el más antiguo de la demarcación. Según el plan, se tiene que hacer una reforma integral y ampliar las instalaciones. Concretamente, según Albert Ventosa, el plan funcional –que está bastante definido– recoge una redifinición de todos los usos y estancias el actual edificio. Así, la planta baja –que se conoce como ‘zona sucia’– será parque de bomberos propiamente dicho, con su aula de formación, el despacho de los jefes, la sala de control y vestuarios. En la primera planta –donde antiguamente había las oficinas antes de su traslado al edificio del 112– estará la cocina, el comedor, el gimnasio y la zona de descanso.
Por lo que respecta a la cochera, quedará similar. Se arreglarán las zonas que tienen corrosión. La inversión posiblemente será superior al millón de euros. Seguramente, la licitación de los trabajos, a cargo de Infraestructures.cat, se hará el próximo año.
El siguiente en la lista de obras es el de Reus, inaugurado en el año 2000. Se tiene que realizar una reforma parcial de la planta baja para ubicar un vestuario femenino. También hay que pintar el parque y la escuela, según el plan estratégico.
En Vila-rodona está previsto levantar un parque nuevo, en Santa Coloma de Queralt también se prevé una reforma total de las instalaciones y en el de L’Hospitalet de l’Infant se tienen que arreglar patologías estructurales