La sensibilidad de Josep Maria Jujol

Repasamos la obra del arquitecto tarraconense a través de cuatro creaciones en la provincia que inspiró su estilo arquitectónico

16 agosto 2020 08:00 | Actualizado a 16 agosto 2020 09:41
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Nacido en Tarragona el 16 de septiembre de 1879, Josep Maria Jujol cursó su enseñanza primaria en la escuela dirigida por su padre, Andreu Jujol. Sin embargo, su progenitor pediría pronto su traslado a Barcelona donde se mudó para seguir sus estudios.

Trabajando en el edificio que ocupa el Ateneu barcelonés conocería a Gaudí. Tras este encuentro, la casa Batlló sería la primera colaboración entre los dos arquitectos. Gaudí tenía el proyecto prácticamente terminado a excepción del revestimiento de la fachada principal, la cual encargó a Jujol. El resultado fascinaría al arquitecto de Reus ya que consiguió plasmar o incluso superar la idea que él tenía. Desde entonces, se convertirían en colaboradores habituales.

No obstante, Jujol fue durante muchos años un gran desconocido. La fama de Gaudí como gran exponente del modernismo catalán ensombreció la figura de su colaborador. Hoy en día, grandes arquitectos del panorama internacional reivindican la obra del arquitecto de Tarragona.

Su hijo, Josep María Jujol, explicaba cómo algunos estudiosos de Gaudí se dieron cuenta de que había una gran parte en su obra que no era suya. Pues tanto las barandas de la casa Milà como los popularmente fotografiados bancos del Parc Güell son, en realidad, obra de Jujol.

Carlos Flores, arquitecto e historiador, definía a estos dos artistas como fumadores pasivos del modernismo. Su obra se influencia del modernismo pero también obtiene referencias de otras corrientes como el dadaísmo, el expresionismo o el brutalismo.

El arquitecto japonés Toshiaki Tange destaca por su parte, que Jujol aportó el mundo de los colores a la obra de Gaudí. Se puede ver un salto de libertad y voluntad de experimentar en su obra tras el inicio de sus colaboraciones. Y las investigaciones del arqueólogo e ingeniero Manuel Medarde ponen de manifiesto que el trabajo de los dos arquitectos sería siempre en equipo. La sensibilidad por el color de Jujol haría que Gaudí relegara en él este trabajo.

En la provincia de Tarragona se puede encontrar una gran representación de la obra de Jujol. El territorio le sirvió al arquitecto como lugar de experimentación. Unas obras que van más allá del afán económico, a diferencia de las de Barcelona o Sant Joan d’Espí, integrándose de manera intensa con el entorno en el que se levantaron.

Teatre Metropol

En 1907, el Patronat Obrer tarraconense, entidad de profunda religiosidad católica, acordó la construcción de un teatro aprovechando un patio de su finca número 46 de la Rambla, en Tarragona. En principio Gaudí iba a ser el encargado de esta propuesta, pero tras una reunión en 1907 se la encargó a su colaborador.

Inspirado en la figura de un barco batiéndose contra las olas, esta es una de las obras más originales y auténticas de Jujol. Todos los elementos del edificio representan la relación del arquitecto con el agua. Un saliente en la parte central que emula la proa del barco o un techo que da la sensación de inmersión son algunos de los ejemplos. Josep Llinàs, arquitecto encargado de la reforma del teatro, describe la relación de los visitantes con esta obra con la de alguien con los pies descalzos frente al mar.

Durante la Guerra Civil el edificio fue bombardeado quedando en muy mal estado. Posteriormente se hicieron varias modificaciones que lo llevaron a convertirse en una sala de cine. Y a finales de los ochenta el edificio sería clausurado por motivos de seguridad.

No sería hasta el año 1991 que Josep Llinás iniciaría la restauración de la obra original, fecha en la que el ayuntamiento adquirió el edificio. El resultado de la intervención permitió que el inmueble recuperara su esencia modernista y la visión original del autor tarraconense, obteniendo el premio FAD de arquitectura en 1996.

Casa Bofarull

Jujol, como afirma su hijo, amaba los paisajes rurales de la provincia. Una cualidad suya que destacan muchos expertos es su capacidad para crear grandes obras con materiales pobres y reutilizados. Este es el caso de la reforma de esta casa pairal, para la cual utilizó piedras de los campos colindantes.

Josep María Jujol hijo asegura que en muchas ocasiones trabajaba incluso con sus propias manos para crear estas pequeñas o grandes obras de arte. El reciclaje se puede apreciar en muchos elementos de este inmueble, el cual el arquitecto estuvo reformando durante 20 años. Se puede ver, por ejemplo, en la puerta de entrada, formada a través de herramientas agrícolas en desuso.

En este proyecto, el arquitecto no se limitó a rediseñar los elementos externos sino que realizó gran parte del mobiliario. El escritorio asimétrico o la fuente del dragón del patio exterior son algunos ejemplos. Este gusto por la ornamentación hacen de la Casa Bofarull una obra completa, una característica que también destacaba en su colaborador habitual.

Otra de las características del arquitecto se puede encontrar en este inmueble, la relación y la integración con el entorno. El cielo, los insectos y los cultivos son elementos presentes en Casa Bofarull. Con estos elementos se refleja la relación del Camp de Tarragona con el artista.

Iglesia de Vistabella

En 1917 Jujol recibe este encargo de un pequeño templo en medio del Camp de Tarragona. El arquitecto rápidamente entendería la esencia de lo que debía plasmar: una modesta iglesia de ámbito rural. De nuevo el reciclaje y el trabajo manual del arquitecto son claves en esta obra. Se dice que Gaudí fue el arquitecto de los obispos mientras que Jujol fue el de los curas, en este templo tan orgánico cobra sentido la frase.

Jujol llevaría el concepto del reciclaje a uno de sus máximos exponentes en esta obra, utilizando, por ejemplo las cajas de las herramientas para el coro. Carlos Flores define esta forma de actuar como un don para saber que cualquier cosa podía ser bella.

A pesar de su fama, se decía que Jujol era capaz de colaborar en obras eclesiásticas sin exigir grandes honorarios, dada su devoción. El resultado de este proyecto es una de las obras de las que el arquitecto se sentía más satisfecho. La firma en un rincón de altillo dice domini dilexi decorem domus tua, del latín, Señor, ame la decoración de su casa.

Santuario de Montferri

El Santuario de la Mare de Déu de Montserrat ha sido en ocasiones definido como una pequeña Sagrada Familia. Por desgracia este templo sufriría la misma maldición que el del arquitecto de Reus, ya que Jujol moriría sin ver el proyecto terminado. Hasta 1990 las obras no serían terminadas, gracias a la colaboración de los vecinos. La visión del artista fue respetada en todo momento: un gran santuario sobre una colina y completamente integrado con la naturaleza de su entorno.

El objetivo de la propuesta era acercar Montserrat a la localidad de Montferri. Es por ello que las cúpulas superiores emulan la forma de la cordillera. De la misma forma que el Metropol, la estructura del templo se asemeja a la forma de un barco, cuya dirección apunta a Montserrat.

El archivo Jujol, perteneciente a la descendencia del arquitecto, tiene por objetivo mantener todo el legado de su obra con tal de que no quede en el olvido. En la provincia han nacido plataformas como la de Territori Jujol que pretenden poner en valor la creación del artista en la demarcación de Tarragona.

El actor estadounidense John Malkovich se descubrió como un acérrimo seguidor del modernismo y del arquitecto tarraconense cuando consiguió su sueño de actuar en el Teatre Metropol en 2010, el año en que se conmemoraba el centenario del auditorio. Y lo hizo con The Infernal Comedy, dirigida e interpretada por él mismo. Asimismo, Malkovich también participó en la conferencia Jujol i el Teatre Metropol.

En Tarragona podemos encontrar un sinfín de obras además de las mencionadas en estas páginas. Entre ellas se encuentran la Capella de Mas Carreras (Roda de Berà), la Ermita de la Mare de Déu de Lloret (Bràfim), o la Iglesia de Sant Bartomeu (Roda, entre otras. Todas ellas representativas del estilo único del autor.

Jujol impregnó de color y creatividad la obra de Gaudí. Parte del éxito internacional de este arquitecto se debe a su fiel colaborador. En su provincia natal creó una obra propia en la que se puede ver reflejado su amor por los paisajes que le vieron nacer.

Más allá de los grandes mecenazgos económicos, las creaciones que aquí se encuentran surgen del amor y de la voluntad por la integración. El Modernismo fue uno de los grandes movimientos artísticos del anterior siglo y en Catalunya nacieron dos de sus grandes exponentes.

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