La San Miguel Tarraco Arena cumple su primera década de apertura acreditando la asistencia de más de 1,2 millones de espectadores y generando un impacto económico de 50 millones de euros, según los estudios encargados por la propietaria del equipamiento: la Diputació de Tarragona. Desde que a mediados de 2013 la Agència de Publicitat Internacional Catalana (APIC) recibiera el encargo por parte de la administración provincial de gestionar el recinto, tras un concurso público, el emplazamiento se ha convertido en un motor económico dinamizador de la cultura del territorio, haciendo olvidar la antigua plaza de toros construida en 1883 con la presencia en la ciudad de personajes de primer nivel como Joan Manel Serrat, Joaquín Sabina, Jarabe de Palo, Malú, David Bisbal o Els Pets.
Tras unas obras que se alargaron por espacio de seis años y que supusieron una inversión de más de 27 millones de euros, la fórmula de colaboración mixta ha convertido el espacio del centro de Tarragona «en un referencia de primer nivel», situando a la ciudad «en el Top 10» de los emplazamientos culturales y musicales del Estado, según afirman fuentes de la empresa gestora.
El techo, en 2016
La evolución de los números es clara. Tras un primer año de transición, rápidamente la instalación se situó por encima de los 100.000 espectadores, tocando techo en 2016, con más de 221.800 asistentes. En 2017 (189.700) y 2018 (200.000) las cifras se mantuvieron estables, bajando a 130.000 en 2019 (año sin Concurs de Castells). Ya en 2020 llegó la pandemia de la covid que paralizó la actividad entre marzo de 2020 y julio de 2021, reabriendo ese año a medio gas con 46.500 personas.
2022 fue el año de la recuperación, con 153.700 espectadores, a la espera de las buenas expectativas existentes para este 2023 y 2024, cuando el objetivo es volver a rozar los 200.000. El próximo martes, por ejemplo, Melendi llenará con 7.000 personas el recinto, a la espera también de la actuación de Raphael del próximo 11 de noviembre. Manel Fuentes, Celtas Cortos o Berto Romero serán otros de los platos fuertes hasta el 31 de diciembre en una instalación que ya cuenta con casi 14.000 descargas de su APP. De cara a 2024 albergará también la competición de Cross Training Tarraco Arena Games.
El punto de inflexión: el ‘rigging’
Asimismo, cabe señalar el «salto hacia adelante» que supone la instalación del rigging, un novedoso sistema que permite ofrecer experiencias inmersivas y de 360 grados a los espectadores. Esta infraestructura, que ha supuesto una inversión de 400.000 euros por parte de la empresa mediante fondos Next Generation, consiste en la instalación de un techo técnico denominado parrilla, formado por estructuras metálicas tipo truss de alta capacidad que permiten generar un espacio practicable de cuelgue de más de 500 m2 con una capacidad de carga de más de 40 toneladas.
Este techo permitirá la fácil instalación de todo tipo de elementos suspendidos tales como altavoces, pantallas o cualquier material necesario para los eventos que antes estaban en suspensión desde las paredes laterales y otros tipos de torres temporales que ya no serán necesarias. Gracias a dicha instalación, se incrementará el número de usuarios que podrán disfrutar de los eventos. Para hacer realidad este proyecto ha sido necesario instalar en la cubierta gran cantidad de puntos de anclaje de la cual se suspende la parrilla.
Además, se ha apostado por dotar al resto de la cubierta de dichos puntos y así permitir montajes colgantes en toda el área de la plaza. «Este valor añadido, además, podrá atraer eventos de mayores dimensiones, como por ejemplo el famoso Cirque du Soleil», se afirma desde APIC.
De plaza a toros a recinto cultural
La propietaria del recinto, la Diputació, valora positivamente esta primera década de gestión externalizada. «Genera una actividad económica importante en un ámbito, el cultural, que tiene un peso destacado en el PIB de la demarcación», destaca la presidenta del ente supracomarcal, Noemí Llauradó (ERC), quien recalca que «la gestión de la empresa nos permite atraer eventos únicos. Sin su concurso la Diputació no tendría competencias para hacerlo».
Desde el ámbito económico, la presidenta de la Cambra de Comerç, Laura Roigé, agradece «la visión que tuvo el presidente Josep Poblet para dar un nuevo uso a la antigua plaza de toros». A juicio de la representante de la entidad cameral, «el retorno que la Tarraco Arena supone para la marca de Tarragona y el turismo es innegable. Además, ha reforzado nuestra identidad como territorio casteller», añade. En la misma línea se expresa el presidente de la Associació d’Hostaleria de Tarragona, Javier Escribano. «Es un lugar emblemático, que atrae conciertos de envergadura que permiten que venga a la ciudad gente de fuera que no conocía Tarragona y luego vuelve», resalta.
Florenci Nieto, de Pimec-Comerç, afirma que «su actividad es positiva, pero debería estar más vinculada al comercio y turismo local», mientras que el barítono Àngel Òdena valora la Tarraco Arena como «un espacio muy positivo, dinamizador, que en los próximos años debe dar el gran salto de calidad».