La URV impulsa estudios para combatir futuras pandemias

Un máster y un grado abordarán cómo afrontar próximas amenazas, mientras la Facultat de Medicina varía la docencia a raíz de la Covid

24 mayo 2021 12:10 | Actualizado a 24 mayo 2021 15:13
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Àlex Arenas, profesor en la URV y director de la Cátedra de Ciencia y Humanismo, impartirá el próximo curso la asignatura de epidemiología computacional en el nuevo máster de Ciencia de Datos Biomédicos que pone en marcha la universidad tarraconense. Arenas, voz reputada y crítica durante toda la pandemia, asume así parte del giro que la URV imprime a su docencia: las facultades se esmeran por impulsar formación para prevenir futuras pandemias. «Siempre somos sensibles a revisar la oferta académica para que haya una adecuación al mercado, con el objetivo de que no estemos de espaldas, y hacer una revisión constante», reconoce Domènec Puig, vicerrector de Programación Académica, Docencia y Profesorado.

Adaptación de la docencia

El impacto de la pandemia ha sido tal que la universidad ha mostrado cintura y adaptación para impulsar docencia que tiene mucho que ver con el abordaje de epidemias pero también con la ciencia de datos que la rodean. Los propios contenidos en grados como el de Medicina han virado en mayor o menor medida hacia las enfermedades infecciosas.

A su vez, la URV ofrecerá a partir de septiembre de 2022 un máster en Ciencia de Datos Biomédicos. El nuevo programa es una propuesta interuniversitaria en la que participan grupos de investigación en ciencias biomédicas y procesamiento de datos de siete universidades catalanas y que ha catalizado la Bioinformatics Barcelona Association. «Se trata de formar científicos de datos que puedan generar valor a partir del Big Data que se crea dentro del ámbito de la salud y que puedan contribuir al adelanto de la medicina de precisión y personalizada», explican los coordinadores del máster, Maria Vinaixa, del Departamento de Ingeniería Electrónica, Eléctrica y Automática, y Sergio Gómez, del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la URV. Los coordinadores explican que los alumnos formados en este nuevo programa podrán trabajar en áreas como la epidemiología computacional: «Serán las personas que nos dirán qué tenemos que hacer en pandemias como la de la Covid-19».

«Siempre somos sensibles a revisar la oferta académica para adecuarla al mercado»
Domènec Puig. Vicerrector de Programación Académica en la URV

También habrá una parte muy representativa del programa dedica a la bioestadística y a la inteligencia artificial aplicada a los datos biomédicos. Son retos ligados a la ciencia del futuro pero también a digerir futuras epidemias, habida cuenta de que los expertos aventuran que pueda haber más amenazas de virus. «Necesitamos que el conocimiento avance y por eso intentamos ofrecer nuevas propuestas formativas, no sin esfuerzo, ya que hay que luchar siempre con reticencias internas y contra la propia falta de financiación, que arrastramos desde hace años, así que todo es a coste cero», recalca Puig.

La Covid-19 ha abierto un camino que explorar en clave universitaria. «Hemos visto que se han vuelto imprescindibles herramientas que sirven para desarrollarnos, toda la cuestión de la digitalización, el análisis de datos o el teletrabajo pero también son claves ámbitos como la cuestión del hidrógeno o la movilidad verde», dice Puig. De ahí que la universidad forme parte de un máster interuniversitario centrado en tecnologías del hidrógeno y prepare uno sobre nuevas formas de producción de energía.

A partir del próximo curso la URV impartirá el grado de Ingeniería Matemática y Física, una formación que viene cocinándose desde hace tiempo pero que, en tiempos de pandemia, adquiere especial relevancia por aportar «nuevos paradigmas de conocimiento», en palabras de Puig.

«Del máster saldrán las personas que nos dirán qué tenemos que hacer en pandemias como la de la Covid-19»
Sergio Gómez.Profesor del Departament d’Enginyeria Informàtica

La doctora y profesora Maria Bras es la responsable de esta carrera: «El grado viene a satisfacer dos demandas. Hay un alumnado muy preparado para las matemáticas y la física, que quizás en esos grados no acababa de encontrar la suficiente profundidad científica y se tenía que ir a Barcelona a hacer dobles grados».

La epidemiología, clave

Por otra parte, Bras destaca el impulso de «una parte del profesorado también con inquietudes de dar más profundidad en las matemáticas. Como hay docentes muy motivados en la ciencia y en la física, decidimos poner en marcha el proyecto, que incide bastante en las aplicaciones».

La ciencia de las comunicaciones, la computación cuántica o el estudio de redes complejas, este vinculado estrechamente a la epidemiología, serán algunos campos que se abordarán. Pero más allá de eso, la emergencia sanitaria se ha colado de forma transversal en muchas materias, empezando, claro está, por la propia Facultat de Medicina i Ciències de la Salut, en Reus. «Si alguna ventaja tiene una crisis así es que favorece los cambios que, de otra manera, hubieran tardado más en llegar, lo habrían hecho más lentamente. De alguna forma, se acelera la investigación, la generación de medicamentos. Esta pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de trabajar con grandes grupos de datos y actuar con agilidad», explica Antoni Castro, decano de Medicina, que añade: «La universidad tiene como misión formar a los profesionales del futuro, para gestionar los conflictos que puedan venir, en todos los ámbitos, desde la economía al derecho, pasando por la arquitectura y también, claro, por la medicina».

Castro reivindica el «mayor dinamismo que tienen ahora los planes de estudio» y esa necesidad de adaptar algunas de las materias a esta circunstancia que ha golpeado pero que, en el fondo, ha visibilizado la realidad: «La historia de la humanidad está cargada de grandes pandemias». Así, en el grado de medicina «se han modificado aspectos que quizás hasta ahora tenían menos presencia», según relata Castro.

De ahí que se haya recalcado más en asuntos como los brotes epidémicos, entre otras temáticas: «Se habla más extensamente de las enfermedades infecciosas o de cuestiones que tienen que ver con la salud comunitaria, incluso con la salud laboral. Incidimos más en la aparición de nuevas dolencias, también relacionadas con aspectos psicológicos. A veces se trata de ir introduciendo pequeños matices».

«Formaremos a científicos capaces de generar valor a partir del Big Data»
Maria Vinaixa. Profesor del Departament d’Enginyeria Electrònica

Castro recuerda que estas modificaciones «forman parte de la libertad de cátedra» pero desde la Facultat se han ido monitorizando las materias para comprobar que aspectos vinculados con la Covid-19 se fueran abordando, en mayor o menor medida, en la docencia.

Igual que Puig, Castro cree que «la Facultat debe aportar conocimiento a la ciudadanía» y, desde el punto de vista de las amenazas biológicas, es necesario dotar de herramientas a las nuevas generaciones de estudiantes: «Epidemias siempre ha habido y seguirá habiendo. Por eso nos tenemos que preparar para abordarlas mejor. Pensábamos que lo teníamos todo controlado en el planeta y no es verdad. Nuestro modo de vida provoca impacto en los seres vivos. Las bacterias tienen una capacidad adaptativa mucho más alta que nosotros, así que buscarán su manera de sobrevivir. Por eso el hombre tiene que ser consciente de que debe respetar el medio ambiente».

«Hemos hablado más en clase de enfermedades infecciosas o salud comunitaria»
Antoni Castro. Decano de la Facultat de Medicina de la URV

Desde el vicerrectorado y otras voces de la ciencia, reivindican la necesidad de apostar por un conocimiento que genere cambios en la economía, en la línea de otros países. Así, Àlex Arenas ve la pandemia como una oportunidad para fomentar «una empreneduría» que cambie en parte el sistema productivo: «La pandemia nos ha mostrado nuestra dependencia del producto exterior, desde las mascarillas a las vacunas. No significa que dejemos de ser un país turístico, sino diversificar para no depender de un mal verano».

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