Los dueños de Ca l’Ardiaca tienen un mes para redactar el proyecto de la cubierta

La empresa Desarrollos Arbe, propietaria de Ca l’Ardiaca, tiene hasta finales del próximo mes de abril para presentar un proyecto para la consolidación y reparación de las cubiertas del palacete gótico ubicado en el Pla de la Seu. Es uno de los requerimientos que hacía el Ayuntamiento de Tarragona en el decreto de emergencia que firmó a inicios del pasado mes de febrero, tras registrarse un desprendimiento en esta parte del edificio.

Ahora, todos los ojos están puestos sobre esta petición, después de que la administración local ha acordado «dar una nueva oportunidad» a la compañía zaragozana, con la que ha retomado el contacto para intentar buscar una solución que permita desbloquear la situación. Durante el encuentro, que se produjo el jueves de la semana pasada, se acordó que los dueños asuman los trabajos pendientes de consolidación del edificio. «Es su obligación mantener el edificio en un estado adecuado, evitando que haya cualquier riesgo o posible peligro», afirmaba el concejal de Patrimoni del Ayuntamiento de Tarragona, Nacho García.

Desarrollos Arbe ha cogido las riendas de la intervención, a cargo de la empresa especializada Rècop-Restauracions Arquitectòniques, bajo la supervisión tanto de los técnicos municipales como de la Generalitat.

Los trabajos se iniciaron hace cinco semanas de forma subsidiaria desde el Ayuntamiento. En esta primera fase se han retirado los escombros, que representaban un «peligro» por el sobrepeso sobre los forjados del inmueble. De momento tan solo ha podido actuarse en la planta baja y el primer piso, donde han tenido que sustituirse y colocarse nuevos puntales, ya que una de las prioridades ha sido preservar la seguridad del personal que está interviniendo en la obra.

Esta revisión de las estructuras de apuntalamiento se está haciendo tanto de la parte interior como del exterior del edificio. Esta última preocupa especialmente, ya que se detectaron algunas grietas en la fachada que hacían temer que pudiera ceder. Por este motivo, decidió instalarse una valla de seguridad alrededor del andamio, mientras duren las obras.

Tan pronto como pueda garantizarse la estabilidad del edificio podrá actuarse sobre la parte de la cubierta, que estaría en un estado de conservación muy deteriorado.

En paralelo, desde los Serveis Territorials del Departament de Cultura confirman que ya se está trabajando en la recuperación y protección del techo artesonado de yeso, del siglo XVI, que resultó afectado por el agujero que se generó en el tejado. Según explicó esta institución, una parte de los materiales quedaron en muy mal estado a causa del incidente y se habrán perdido. No obstante, se conservan fotografías antiguas sobre cómo era y ahora mismo el objetivo es que cuando puedan acabar de retirarse todos los materiales, estos se depositen en el almacén que el Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya tiene en Cervera, para tenerlos de forma preservada y protegida, hasta que no se solucione el problema del edificio y puedan volver a su sitio.

Según asegura el Ayuntamiento de Tarragona, en esta primera reunión con la empresa Desarrollos Arbe no entró a abordarse el futuro del inmueble, que tiene incoado un expediente para ser declarado Bé Cultural d’Interès Nacional, por parte de la Generalitat. Tan solo el hecho de haberse iniciado este trámite, otorga la máxima protección sobre un edificio de inicios del siglo XV, que se levantó sobre una estructura medieval del siglo XIII, que yacía sobre restos romanos.