Cada vez son más las voces que desde el mundo empresarial reivindican un regreso a la ‘normalidad’. Un retorno en el que el sector de turismo es especialmente reivindicativo dada la época del año en que nos encontramos y tras pasar una Semana Santa con resultados desalentadores por el cierre de sus establecimientos.
Los hoteleros de la demarcación piden la puesta en marcha inmediata de un plan que sirva para tratar de reanimar y reactivar el turismo. Hace unos días era Xavier Guardià, portavoz de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de la provincia de Tarragona (FEHT), quien señalaba al Diari que «ni nosotros, ni nadie puede saber con certeza qué podremos hacer y qué no en los próximos meses».
Ante esta perspectiva, apuntaba que «desde la FEHT lo que nos gustaría que sucediera es que a inicios de junio el confinamiento se haya suavizado para poder empezar a abrir progresivamente los restaurantes, hoteles, campings y apartamentos. Habrá que ver en qué condiciones se podrá abrir, si los establecimientos deberán reducir su aforo para favorecer el distanciamiento entre las personas o si, incluso, las fronteras estarán abiertas».
El sueño de una minitemporada
Su esperanza es que «en julio y agosto podamos trabajar con cierta normalidad, que nuestros visitantes más fidelizados del mercado catalán, español, francés, alemán y holandés -todos aquellos que pueden venir por carretera- puedan alojarse, ir a las playas, a visitar los monumentos, a comprar en las tiendas ... Y deseamos que esto, lo podamos alargar hasta septiembre y octubre y que sea durante estos meses que se puedan celebrar algunos de los eventos deportivos que teníamos previstos durante esta Semana Santa».
Para los hoteleros, «si podemos tener una minitemporada de 4 meses trabajando a medio gas, dadas las circunstancias actuales, nos podríamos dar por satisfechos y, como mínimo, no pasaremos la temporada en blanco con todos los perjuicios para las empresas y puestos de trabajo que esto puede llegar a provocar».
Precisamente, para tratar de paliar esa situación ayer mismo los ministros de Turismo de España, Italia, Francia, Grecia, Malta, Chipre, Portugal, Rumanía y Bulgaria suscribieron una declaración en la que requieren medidas «a corto y medio plazo» para la reanimación de un sector que nadie duda recibirá el golpe más duro de la crisis pandémica. De forma coordinada, pero teniendo en cuenta también la especificidad de los territorios que más van a acusar el desplome de la actividad, los nueve países apremian a a mitigar los daños en uno de los pilares claves de sus economías, que representa además el 10% del PIB y genera el 12% del empleo en la UE. Sin embargo, iniciativas como esta chocan con advertencias como la del Gobierno alemán, que alerta a sus ciudadanos de que no podrán viajar este verano a destinos españoles.
El sábado, el alcalde de Salou, Pere Granados, estuvo presente en una reunión de trabajo, a través de videoconferencia, con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. La reunión contó con la asistencia de los ocho municipios que conforman la Alianza de Municipios Turísticos de Sol y Playa (AMT).