Los vecinos de Plaça Sedassos piden medidas urgentes contra el incivismo

El Ayuntamiento dice que la resolución del problema es compleja, pero añade que este último año han bajado las infracciones

19 mayo 2017 22:46 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:14
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La Plaça dels Sedassos vive en un bucle. No es la única plaza de la Part Alta que sufre una metamorfosis a la puesta de sol, pero sí es una de las más populares del casco histórico de Tarragona y cualquier incidencia tiene mayor repercusión. Si por la mañana la presencia de turistas y visitas escolares es habitual fotografiándose junto al mural de los Nanos (obra del pintor Carles Arola, en 1995) o viendo parte de las gradas del Circ, por la noche el panorama es radicalmente opuesto y con un perfil de usuario muy diferente.

Desde hace pocas semanas, y coincidiendo con la llegada del buen tiempo, la Plaça dels Sedassos ha vuelto a ser motivo de quejas vecinales. La treintena de empadronados conocen de memoria el teléfono de la Guàrdia Urbana y es rara la noche que no hacen uso de él. Ya puede ser un lunes o los tres días del fin de semana, la queja siempre es la misma: las acciones de un colectivo de gente joven, con vestimenta alternativa y acompañados de perro, molestan a los propietarios de las casas que circundan esta plaza.

Los vecinos recitan como un verso la misma queja: micciones en la vía pública, consumo de alcohol en la calle –botellones–, peleas, perros sin correa, exceso de decibelios (con o sin música)... «Es una noche tras otra. El grupo llega a la plaza, se sienta en el suelo y empieza su festival: trapicheos de drogas, consumo de alcohol, micciones en la esquina de la plaza junto al monumento romano», explican varios vecinos que conocen la situación desde hace tiempo.

A raíz de las quejas, publicadas por el Diari el verano pasado, el Ayuntamiento se reunió con el colectivo de vecinos. Se acordó una mayor presencia policial con el fin de mejorar la convivencia en este espacio, muy frecuentado durante el día por los turistas que pasean por la Part Alta. Así, empezaron a aumentar los controles policiales –también con agentes de paisano– para detectar posibles infracciones de la ordenanza de civismo y actuar en consecuencia.

La concejal de la Part Alta, Begoña Floria, admite que la solución de esta plaza –como todos los espacios públicos del casco histórico– son complejos de resolver, «pero desde hace un año largo ha habido mejora de la convivencia y un notable descenso de infracciones y delitos. Prueba de ello es que ha habido muchas identificaciones, pero pocas denuncias». Por ello, Floria argumenta que la percepción vecinal no se ajusta a la realidad y que es más exagerada que lo que dicen las cifras que tiene la Guàrdia Urbana de sus actuaciones.

La versión municipal contrasta con la que tienen los vecinos. Estos reiteran que la situación de la plaza al atardecer y de noche es insufrible a pesar del aumento de la presencia policial. Y aunque agradecen la limpieza de la zona (y piden una mejor iluminación en el espacio), consideran que las actuaciones siguen siendo insuficientes.

 

Reunión en marzo

La última reunión de los representantes vecinales de la Plaça dels Sedassos con el Ayuntamiento se celebró en marzo en el mismo edificio consistorial. En él se debatieron las medidas que podrían materializarse para reducir el impacto negativo que denuncian reiteradamente los vecinos.

El Ayuntamiento y vecinos acordaron la instalación de una puerta metálica que impida el paso a la pasarela primero y a las escaleras después que comunican la plaza con el Carrer dels Ferrers. Begoña Floria explica que «antes del verano, esta puerta estará colocada tal y como explicamos a los vecinos».

Los vecinos critican que esa pasarela de madera se ha convertido en el urinario público de la plaza. No sólo para el colectivo alternativo que frecuenta en la plaza, sino también para los usuarios de una pizzería que carece de baños y que próximamente deberá quitar la terraza que tiene en la plaza porque incumple con la normativa, admite la concejal tarraconense.

 

Los perros y sus collares

La concejal conoce de primera mano las quejas y tiene previsto una nueva reunión con la comunidad después del periodo electoral. «Somos conscientes de que es una plaza de la Part Alta y que hay una ordenanza que cumplir, pero también deben comprender los vecinos de que si alguna de las personas que está en este espacio no infringe ninguna norma, no puede ser denunciado», explica la edil, que recuerda que las últimas quejas por la presencia de perros sin collar no se han podido corroborar, ya que cuando ha llegado la patrulla de la Guàrdia Urbana ha visto que todo estaba en orden.

 

¿Mejora del patrimonio?

La concejal de Patrimoni, Carme Crespo, explicó –durante una visita reciente con el alcalde Josep Fèlix Ballesteros– que Tarragona ha vuelto a pedir una subvención para museizar el tramo del Circ de esta plaza. Se ha presentado el proyecto a la convocatoria del 1% cultural del Gobierno después de que la Generalitat descartara incluirlo en la convocatoria de los fondos Feder. La intervención está cifrada en unos 335.000 euros y, entre otros, prevé construir una grada siguiendo el perfil original.

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