«La suerte que tenemos es que todavía nadie se ha hecho daño en este solar», explica Julià Montoya, presidente de Associació de Veïnes i Veïns Tarragona-2 mientras señala el terreno abandonado de la Avinguda Rovira i Virgili 54.
Según explicaron a los vecinos a principios de los años 2000, en el solar, destinado a equipamientos, se construiría una residencia privada para mayores; pero el equipamiento nunca vio la luz.
Desde entonces el sitio no ha hecho más que generar problemas, explica Montoya. Este verano los principales han sido por la presencia de ratas y cucarachas. Relata que la empresa que se encarga del control de plagas para el Ayuntamiento de Tarragona acudió al lugar y constató, efectivamente, que había una plaga, pero no actuó porque se trataba de un terreno particular.
El otro problema con que se encuentran es que la parte del terreno que está pegando a un camino peatonal muy utilizado (que a su vez está al lado de la autovía A 7) solo está separado por unos palos y unas mallas plásticas que se han caído. Es lo que quedó después de que en el sitio comenzaran a construir un muro cuyas obras se paralizaron en diciembre del año pasado. Al no terminarse las obras, ha quedado en el sitio una zanja en la que cualquiera puede caer en un despiste, en especial porque las yerbas tapan el desnivel.
Al lado de una guardería
Se da la circunstancia de que el solar en cuestión está justo al lado de una guardería y por el sitio pasan, además, muchos niños y familias camino de la Escola Pax. De hecho esta escuela ha sido una de las más activas en fomentar que los niños puedan ir en grupos de alumnos a clase con el programa de caminos escolares. Julià teme que el socavón al lado del camino puede ser un peligro para ellos.
Además, asegura Montoya, al ser tan fácil el acceso al solar, se puede entran sin problemas y hay personas que acuden a buscar caracoles con el peligro de que el terreno está lleno de socavones, no todos fáciles de distinguir.
Julià asegura que la situación ha sido puesta en conocimiento del Ayuntamiento de Tarragona por diferentes vías, incluidas quejas en la OMAC, para tratar de que obliguen a los dueños a tener el terreno en condiciones, pero no han conseguido respuesta.
Consultados al respecto, desde el Ayuntamiento señalan que respecto a ese solar solo consta un expediente del año pasado. El mismo se refiere a le existencia de un pozo sin tapar que podía suponer un riesgo de caída. El expediente se cerró porque el Ayuntamiento hizo un requerimiento a los dueños para que lo taparan y así lo hicieron. Las fuentes municipales señalan que si hay alguna deficiencia más es conveniente que los vecinos presenten un escrito de denuncia con fotos para abrir un nuevo expediente.