Los vecinos de Tarragona exigen a Ballesteros que recupere el concejal de barrio

El PSC negociará con PP y Unió Democràtica recuperar la figura, que fue suprimida el pasado mes de abril

19 mayo 2017 17:40 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:33
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Las federaciones y las asociaciones de vecinos de la ciudad de Tarragona exigen al alcalde Josep Fèlix Ballesteros (PSC) que recupere «cuanto antes» la figura del concejal de barrio, un mecanismo de comunicación entre gobierno municipal y movimiento vecinal que se suprimió el pasado mes de abril. Hace ahora justo medio año, el ejecutivo formado por socialistas, PP y Unió Democràtica decidió cambiar esta figura por la del edil de zona, en una modificación que no ha gustado a las entidades vecinales, que critican la «pérdida de interlocución» que la medida ha supuesto para el día a día de las entidades ciudadanas.

En abril, la portavoz del gobierno local, Begoña Floria (PSC), argumentó que la modificación tenía la voluntad de «ganar eficacia» y anulaba «la división territorial de la ciudad» ya que, de esta forma, «cada miembro del gobierno local asume las cuestiones que afecten a sus competencias». Seis meses después, las entidades muestran su completa oposición al actual funcionamiento, y remarcan sentirse «solos» cuando tienen un problema, ya que «en muchas ocasiones no sabemos a qué departamento acudir», según señalan varios de los representantes municipales consultados por este periódico.

‘Que lo reconsideren’

Una ejemplo del malestar existente es la carta que la presidenta de la Federació de Veïns de Llevant, Gemma Fuster, envió al Consistorio para quejarse de la nueva situación. En la misiva, la representante de la entidad vecinal remarcó haber conocido «de forma poco ortodoxa» la supresión de la figura de concejal de barrio «sin dar ninguna explicación ni ningún argumento convincente».

En el documento, Fuster manifiesta «nuestra disconformidad» con la medida, «no sólo por la manera unilateral y sin consenso», sino porque «somos de la opinión de que la supresión de cualquier instrumento de comunicación entre Ayuntamiento y representantes de los intereses vecinales es, como mínimo, un paso hacia atrás».

«Las asociaciones de vecinos, como cualquier otra entidad representativa de la ciudadanía, requiere de canales para transmitir sus inquietudes y sentirse en consideración» expresa la presidenta de la entidad de Llevant, quien valora el trabajo realizado por el exconcejal de zona, Francesc Roca (PSC). «Ha mostrado mucho interés y ha demostrado su dedicación. Su trabajo nos ha permitido obtener respuestas y soluciones de forma ágil y eficiente, reconduciendo nuestras demandas a las personas competentes», afirma Fuster, quien espera que el alcalde «reconsidere esta injustificable decisión».

Según ha podido constatar este periódico a lo largo de los últimos días, esta opinión expresada desde la zona de Llevant es apoyada por las asociaciones de Sant Pere i Sant Pau, Sant Salvador, Part Alta, Port, Tarragona Centre y la Federación de Asociación de Vecinos. La mayoría de los presidentes cuestionados lamentan que el nuevo sistema es «mucho más complejo» y que, a menudo, se encuentran con «muchos problemas» para poder canalizar sus demandas y quejas.

«Nos sentimos solos y desamparados. La relación con la edil era buena, pero ahora no sabemos dónde presentar nuestras peticiones» expresa Toni Garcia, de la Asociación de Vecinos de Sant Salvador, mientras que Manel Rovira (Part Alta) resalta que «el anterior sistema tampoco era muy eficiente, pero como mínimo los vecinos teníamos el derecho al pataleo».

‘Mea culpa’ del PSC

Según ha podido saber el Diari, las quejas recibidas a lo largo de las últimas semanas han provocado que el alcalde Josep Fèlix Ballesteros (PSC) haya decidido negociar con los socios de gobierno (PP y Unió) la posibilidad de recuperar esta figura a partir del próximo año. Cabe señalar que este sistema se suprimió sólo dos meses después de firmar el pacto de gobierno, tras ocho años de existencia. Alejandro Fernández (PP) evita hablar del tema y afirma que «la posición del gobierno ya la expresó la portavoz en abril», mientras que Josep Maria Prats (Unió) reconoce que el gabinete municipal «está trabajando para mejorar la interlocución» con las entidades que representan al movimiento vecinal de la ciudad.

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