- ¿Por qué, según usted, el Consejo Superior de Deportes no ha estado en el día a día de la organización de los Juegos de Tarragona 2017?
- Ahora no es el momento de remover el pasado. Pero si se pretende que haya una partida para los Juegos de Tarragona en los Presupuestos Generales del Estado, lo lógico es que el órgano que tiene que incluir esa partida, que es el Consejo Superior de Deportes, conozca en qué se va a gastar y pueda opinar sobre la pertinencia de ese gasto. Ahora es el momento de tener altura de miras y no pensar en lo que ha sucedido en el pasado para que los Jocs sean un éxito.
- ¿El día que el alcalde Ballesteros fue a verle a usted y se marchó porque le tuvo que esperar mucho iban a tratar de este tema?
- Bueno, el señor Ballesteros no fue a verme a mí. De hecho yo ni sabía que él iba al Consejo Superior de Deportes ese día.
- ¿Cómo?
- Él fue a ver a la directora del Consejo. Cuando me contaron que había estado y se había ido le llamé repetidas veces, estaba muy molesto y me explicó las razones de su enfado. No hay que darle más vueltas.
- ¿Por qué el alcalde fue al Consejo y no se entrevistó con usted?
- En el Consejo trabaja mucha gente y no todo lo hace su presidente. La Directora General es la número dos.
- Entonces la que le hizo esperar fue ella y no usted.
- Sí, pero de todas formas eso lo debe aclarar él. Considero que tengo una buena relación con el alcalde.
- ¿Hasta qué punto ese ‘desencuentro’ como dijo usted puede haber ralentizado todo este proceso hasta el momento que vivimos ahora?
- No creo que eso sea relevante. Independientemente de que no haya habido una relación fluida necesitamos conocer el proyecto para implicarnos en ello.
- ¿A usted no le extrañaba que pasaran los meses y el Comité Organizador de Tarragona no se pusiera en contacto con el Consejo para informarles?
- En principio nosotros somos poco invasivos en estos asuntos.
- Pero podrían pensar que el tiempo se echaba encima y que los Juegos corrían peligro.
- O no, podíamos pensar que el Comité lo tenía todo atado.
- ¿Les ha pasado alguna vez que una ciudad que organice un evento no haya contado con ustedes y ahora nos encontramos que todo son prisas?
- No creo que vayamos con las prisas, de hecho, creo que da tiempo perfectamente para hacer esto. En épocas de reducciones presupuestarias todos los organizadores han experimentado problemas y lo que le puedo decir es que en todos los eventos en que hemos participado hemos acabado teniendo una magnífica relación con el Comité Organizador lo cuál es un buen precedente.
- Por lo tanto, según se desprende de sus palabras, no hay una magnífica relación con el Comité de Tarragona.
- Eso es obvio.
- El alcalde dijo el lunes pasado que las obras estarían a tiempo pero que las pruebas test para la comprobación de las instalaciones sí que irían muy justas en sus plazos. Tras su visita de hoy [por el jueves], que retrasa aún más el proyecto, ¿considera usted, sinceramente, que hay tiempo?
- No comparto su conclusión en el sentido de que lo que ha pasado hoy haya retrasado nada. Intentamos trabajar, sumar fuerzas y buscar nuevas fuentes de financiación. Todo esto hará que las cosas funcionen mejor.
- ¿De qué cantidad se estaría hablando ahora como financiación del Estado?
- Usted se anticipa en el tiempo. Primero tenemos que analizar el proyecto deportivo y posteriormente tomaremos una decisión sobre el esfuerzo que se puede hacer en los presupuestos del Estado.
- Los Juegos ya son de por sí modestos, con algunas instalaciones desmontables. ¿El acuerdo al que puedan llegar puede provocar que el presupuesto se rebaje aún más?
- Esa es una obligación de cualquier gestor público, buscar el máximo ahorro. Sería irresponsable descartar alguna fórmula que permita hacer esto con un menor esfuerzo de los ciudadanos que pagan los impuestos.
- Uno de los temas importantes de los Juegos es la Villa Mediterránea. Hay un concurso abierto para determinar sobre dónde se alojarán los atletas. ¿Le preocupa que este tema, a estas alturas, no esté cerrado?
- Desconozco en qué estado está esta y muchas otras cuestiones de los Juegos.
- En otro ámbito, se ha comentado en los últimos meses que el Estado podría estar ganando tiempo para ver qué sucedía tras las elecciones del 27-S en Catalunya.
- [ríe ] Pues mire, lo he leído en su periódico y me gustaría saber qué relación tienen esas elecciones con los Juegos. Si usted es tan amable, ¿puede explicarme de qué manera pueden condicionar las elecciones autonómicas de Catalunya a la respuesta del Estado?
-Se dice que si el independentismo gana y Catalunya se independiza, para el Estado no tendría sentido poner un dinero en unos Juegos que se celebrarán en otro país.
- [ríe] Contestar a esa pregunta sería pensar que es una pregunta seria.
- Desde Tarragona también se ha esgrimido un agravio comparativo con los Juegos Mediterráneos de Almería, en que el Estado aportó 40 millones, por los casi 15 que el Comité Organizador preveía que aportaran ustedes.
- Bueno, hemos recaudado frente al impuesto de sociedades más de 12 millones de euros.
- Me refería a una aportación directa.
- Vamos a ver, ese es un dinero que ha dejado de recaudar el Estado. Es exactamente lo mismo que si lo hubiéramos dado directamente. De todos modos no es una comparación razonable porque, si se tuviera que hacer una comparación, sería con los eventos que se están celebrando ahora en nuestro país. Si estuviéramos en una mejor situación económica y pudiéramos dar más dinero a Tarragona que a Almería no diríamos que Almería está agraviada.
- Usted ha dicho que desde 2012 ya venía avisando que el Consejo Superior de Deportes no tenía dinero. ¿Cree que Tarragona se tendría que haber replanteado seguir adelante con el proyecto?
- Cuando advertimos eso fue para que cada Comité Organizador hiciera sus cuentas, no queríamos engañarles. ¿Si Tarragona debería haber renunciado? La pregunta es pertinente, pero no me correspondía a mí tomar esa decisión. Una vez que el Ayuntamiento de Tarragona ha decidido seguir adelante lo que me corresponde a mí es respetar su decisión, apoyarle y cumplir lo que en su momento le advertí, que le iba a ayudar con todas mis fuerzas pero nadie puede exigirme que le ayude con más fuerzas de las que tengo porque yo ya le avisé hace unos años de cuál era mi capacidad de ayuda.
- ¿Le preocupa que si la financiación es menor de la esperada los Juegos Mediterráneos no sean lo buenos que cabría desear?
- Estoy convencido de que los Juegos se van a celebrar y serán unos Juegos dignos.