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    «Nos centraremos en la ayuda básica, lo primero es comer»

    Los Servicios Sociales y las entidades del tercer sector se preparan para un otoño en el que no solo aumentarán la peticiones de ayuda, sino la complejidad de los casos que atienden

    10 septiembre 2022 20:50 | Actualizado a 11 septiembre 2022 16:15
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    Aunque los titulares no paran de advertir sobre una crisis social en otoño, quienes trabajan en primera línea de atención a las personas advierten que no hará falta esperar once días a que cambiemos de estación para ver los efectos que la inflación está obrando en los más vulnerables.

    Inés Solé, concejal de Serveis Socials del Ayuntamiento de Tarragona aclara, no obstante, que esta crisis anunciada «ya existía, aunque lamentablemente los poderes públicos la ignoraran. Lo que ha sucedido es que hemos tenidos unos acelerantes como la Covid 19 y a muchas administraciones les ha pillado a contrapié... En nuestro caso es un diagnóstico que ya teníamos hecho».

    En una encuesta a la ciudadanía que realizó el ayuntamiento en dos fases (en el 2020 y 2021) el 18% de los ciudadanos ya decía que no podía cubrir sus necesidades básicas. Solé añade que se prevé un incremento en las atenciones, especialmente en las ayudas de urgencia «pero no solo en lo numérico. Antes una persona usuaria podía llegar con un problema pero ahora esa misma persona viene con varias problemáticas para hacerle frente. Esto quiere decir que se está cronificando la pobreza».

    Las entidades sociales que suelen ser de las primeras en detectar la emergencia y reaccionar ya lo habían notado. Anna Sabaté, coordinadora provincial de Creu Roja Tarragona, explica que después del descalabro que supuso la pandemia no se ha vuelto precisamente a la situación previa. Los datos de la entidad señalan que en el primer semestre de este año se ha atendido al doble de personas que en el mismo período del año 2019.

    Salvador Grané, director de Cáritas Diocesana de Tarragona coincide en que la crisis ya está aquí y apunta que a esta situación hay que sumar el hecho de que estamos en una zona donde el turismo es una máquina muy potente que da trabajo a mucha gente, así que los efectos de la crisis se van a notar con mucha más rotundidad cuando acabe el verano. «Además el efecto sobre la población es asimétrico y a los más vulnerables les afectará más» , explica.

    Más recursos y personal

    Señala Inés Solé que precisamente como se había hecho una diagnosis los presupuestos municipales (que finalmente no se aprobaron) contemplaban un aumento sustancial en servicios sociales. Pese a todo, con los modificativos de crédito se ha llegado «con muchos esfuerzos a los 12 millones de euros», explica.

    La concejal es consciente de que «en servicios sociales hace falta una inyección de personal» aunque aclara a continuación que «estamos castigados por la tasa se reposición que no nos deja crecer». Se refiere al número de funcionarios que ingresan en la Administración dividido por el número de funcionarios que salen.

    Lamenta, además que muchos de los servicios que prestan están ligados al contrato programa de la Generalitat de Catalunya y sufren de un infrafinanciamiento crónico. «La Generalitat se mueve por sus ratios en las que ni siquierea tienen en consideración las particularidades de cada municipio. Estas ratios no se han actualizado ni de dinero ni de profesionales y distan mucho de la realidad. Hablamos desde la atención de los jóvenes migrasteis solos hasta el servicio de atención a domicilio de las personas con discapacidad. Es una auténtica vergüenza».

    Con todo, se ha conseguido que el personal que se incorporó con la Covid se mantenga y asegura que están buscando las vías para contratar a nuevos profesionales, en especial para la atención primaria «que son los que están en primera línea de fuego». Además de incrementar el personal administrativo para descargarles de papeleo.

    También se está trabajando en coordinación con otras consellería como Habitatge. «De momento estamos consiguiendo parar todos los desahucios y en los casos en que hace falta contamos con los pisos de SMHAUSA, una decena, más dos de transición para las personas sin techo. Nos han salvado la vida teniendo en cuenta que no tenemos un albergue».

    Y es que, explica, además de las ayudas de urgencia, hay algunos colectivos a los que se prestará especial atención como las personas sin techo (en breve se abrirán unas nuevas dependencias) y a los jóvenes migrantes solos.

    Pero además de dar servicio el oro gran reto es conseguir desestimgatizar el hecho de acudir a servicios sociales «prácticamente todos en algún momento de la vida tendremos que pasar por aquí, por lo que se ha trabajado en un cambio en la forma de atención y un cambio de imagen. Ahora hay un único teléfono (977 29 61 71) en el que el usuario podrá ser dirigido a un trabajador social de referencia «para que su necesidad no resulte en un periplo».

    Respuesta a la emergencia

    «El futuro no es muy prometedor, estamos muy preocupada... Estamos diseñando una estrategia a nivel estatal para hacer frente a las necesidades de un futuro inmediato. Los próximos meses van a ser muy duros así que nos centraremos en la ayuda básica porque lo primero es comer», señala Ana Sabaté sobre los pasos que dará Creu Roya.

    «Y en nuestro caso hay que sumar lo que ha supuesto la guerra de Ucrania. En la demarcación atendemos directamente a 1.300 personas, pero hemos tenido hasta 3.000. Somos la tercera provincia de España con más acogida urgente. Esto es mucho trabajo para los próximos meses», señala.

    Desde la entidad, explica Sabaté se hacen esfuerzos por crear itinerarios formativos «por empoderar a las personas para que salgan de esta situación «pero son cosas en las que no puedes pensar si no tienes un plato de comida en la mesa.

    Dar un paso atrás

    Situación similar describe Grané en Cáritas «hace tiempo que queríamos dar un paso atrás en lo que se refiere al reparto de alimentos, pero no tuvimos más remedio que continuar cuando apareció la Covid 19 y ahora no nos lo podemos plantear... Los próximos meses los vemos muy duros para la parte de la sociedad que recurre a nosotros».

    Apunta que también habrá que hacer un esfuerzo en la acogida y el acompañamiento «la gente está desfondada» y en este sentido se están organizando distintos equipos.

    También insistirán en la inserción laboral «hemos doblado los cursos así que estamos buscando locales».

    Pese a todo, recuerda que esta vez, a diferencia de lo que sucedió en la Covid, la atención será presencial con lo que «veremos lo que pasa en directo, sin pantallas que nos hagan de filtro». También cree que las administraciones colaborarán «con la Covid la experiencia fue buena», señala.

    «Vienen unos meses de mucho trabajo para las entidades, pero teneos un techo... No es normal que tantas personas dependan de las entidades para comer», advierte Sabaté.

    Las entidades esperaban poder dejar de repartir comida para dedicarse
    a otras tareas

    l El Institut Municipal de Serveis Socials puso en marcha en enero un punto de información y asesoramiento energético. Han atendido a 247 personas a quienes han ayudado a tramitar el bono social o un cambio de tarifa, entre otros. Han emitido 41 informes de vulnerabilidad para evitar el corte de los suministros.

    Serveis Socials puso en marcha el pasado mes de agosto un teléfono único de atención al publico. Atiende de lunes a viernes de 9 a 14 horas. Desde este punto se dirige a los ciudadanos al servicio y profesional correspondiente en función de sus necesidades y zona de residencia. La nueva central de llamadas va acompañada del cambio de imagen que incluye también la web.

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