Las muertes de motoristas en las carreteras catalanas prácticamente se han duplicado en el primer semestre de este año, pasando de ocho a quince. No ha ocurrido lo mismo en la demarcación de Tarragona, donde se ha registrado una víctima mortal frente a las dos el año pasado. Pero se da la circunstancia de que en 2016 se cerró el año con nueve fallecidos. Para evitar que ello vuelva a ocurrir, los Mossos d’Esquadra pondrán en marcha este mes de julio una campaña intensiva hacia este colectivo que durará una semana. Durante la misma se controlarán las infracciones, pero también se hará prevención con el reparto de trípticos editados por el Servei Català de Trànsit.
La única víctima mortal este año en vías interurbanas de la demarcación se produjo el pasado 22 de febrero en la carretera N-420A, la antigua que pasaba por el aeropuerto. Un hombre se equivocó de salida de la C-14 y se accidentó. Si en todo el año pasado hubo nueve muertos en la demarcación, en 2015 fueron once y siete en el 2010, recuerda el jefe del Servei Territorial de Trànsit en Tarragona, Eusebi del Olmo. Añade que ha comenzado el buen tiempo y las vacaciones, «y hay más días para salir con la moto», con lo que se incrementa el peligro.
Accidentalidad repartida
Durante el año pasado, en el Camp de Tarragona se produjeron 46 accidentes –con muertos o heridos graves– con motocicletas implicadas en 42 carreteras diferentes, explica el inspector del Àrea Regional de Trànsit, Antoni Vilafranca. «Por ello, no tenemos ningún punto negro, sino que la accidentalidad está muy repartida». Sólo en dos vías hubo más de un accidente –en concreto dos–, que fueron la N-240 y la N-340. La media es de entre cuatro y cinco muertos al año en las seis comarcas del Camp de Tarragona. Mientras el año pasado se contabilizaron cinco, el año anterior hubo once.
Durante el primer semestre de 2016 hubo dos víctimas mortales, pero el año se cerró con 9Esta dispersión de la accidentalidad «complica la situación a la hora de trabajar». Por ello, en vez de realizar los controles en los lugares con muchos accidentes «los hacemos en los puntos donde pasan más motos», explica el responsable policial.
El perfil del motorista accidentado es el de un hombre de entre 40 y 50 años, y que circula en una moto un domingo de día. La causa principal de estos accidentes es la salida de vía –por velocidad o distracción–, seguido por los choques frontales y los alcances. Vilafranca recalca que no siempre los motoristas son los responsables del accidente sino que en algunas ocasiones son víctimas.
Los controles
Los Mossos d’Esquadra están pendientes que el Servei Català de Trànsit determine qué semana de este mes de julio se realiza la campaña intensiva. Durante la misma, los agentes controlarán toda clase de infracciones, desde no llevar casco hasta la velocidad, pasando por la documentación y los adelantamientos incorrectos.
La principal causa de los accidentes con moto es la salida de vía por velocidad o distracciónLos controles estarán situados en las entradas a poblaciones importantes –en el caso de Tarragona la rotonda situada en el kilómetro 18 de la T-11–, la N-340 –desde Altafulla a El Vendrell–, la N-420 –en la rotonda con la C-242, a Alforja– y también las carreteras del Priorat y zona de La Mussara, donde los motoristas suelen ir a circular el fin de semana por sus numerosas curvas.
El pasado mes de mayo –entre los días 8 y 14– se efectuó una campaña de control de uso de casco. Eusebi del Olmo apunta que se pusieron 21 denuncias a conductores de motos, diez de ciclomotores y uno a acompañante de ciclomotor. Se sancionaba tanto por no llevar el casco como por su uso incorrecto.
Del Olmo recuerda que desde el SCT se realizan otros iniciativas para mejorar la seguridad de los motoristas, como cursos de entrenamiento a gente joven –estudiantes de Secundaria y universidad–, parques infantiles de tráfico con ciclomotores con las escuelas, sesiones informativas en el salón de Barcelona o la cátedra de Motos de la UPC para estudiar la siniestralidad de este colectivo.