Proliferan los vertederos ilegales de escombros y residuos

Los vertidos más grandes están en Les Gavarres, Bonavista, detrás de Parc Riuclar y el Camí del Llorito

19 mayo 2017 21:32 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:10
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Tarragona cuenta con decenas de puntos –es prácticamente imposible cuantificar el número exacto debido a su dispersión– con vertidos incontrolados, la mayoría de pequeño volumen, procedentes de obras menores de particulares. Sin embargo, hay cinco enclaves en el término municipal que acumulan montañas de residuos, aunque no siempre de forma simultánea debido a que se van limpiando, pero se vuelven a ensuciar. Los cinco espacios son: detrás del mercado semanal de Bonavista, entre las calles Riu Llobregat y el Vial Tarradellas; Camí de la Budallera; Camí de les Gavarres –entre el barrio de Parc Riuclar y la autovía A-7–; calle Estany del Polígon Riuclar y finalmente el Camí del Llorito, entre la autovía y el Camí Vell.

«Se encuentran muchos pequeños vertederos al lado de los caminos, principalmente en fincas privadas», reconocen los agentes de la Unitat de Medi Ambient de la Guàrdia Urbana, los encargados de recorrer el término municipal. Entre sus cometidos figuran realizar los informes de los diferentes vertidos que encuentran, para luego abrir una ficha. Pero además de detectarlos, su cometido también es investigar quién está detrás de los mismos, un trabajo que es muy difícil, según reconocen. La mayoría de estas personas incívicas no deja rastro sobre su identidad.

 

Identificación

Este año, los agentes han logrado identificar quién estaba detrás de tres vertidos, de los centenares que se han producido. El segundo día del año fue detectado un caso en la calle Riu Siurana de Campclar; el 25 de febrero, un segundo en la calle Joan Lamote de Grignon –Boscos de Tarragona– y finalmente el tercero fue denunciado el 4 de junio en el Camí del Llorito. En este último caso, la UMA contó con la colaboración de un agente de la Guardia Civil, quien observó la furgoneta del infractor. Poco después volvió a ver dicho vehículo al ir a buscar a su hija al colegio. Sacó una foto a la furgoneta y realizó una denuncia voluntaria ante la Guàrdia Urbana, lo que permitió desenmascarar al infractor.

A los tres infractores se les aplicó el artículo 98.3 de las ordenanzas, que contempla multas de 300 euros. Asimismo, también tendrán que retirar los escombros y depositarlos en un punto autorizado, un dispendio económico que posiblemente será mayor que el de la multa.

Precisamente ante las dificultades para localizar a los responsables, el Ayuntamiento se está planteando la instalación de cámaras con infrarrojos, que estarían ocultas. Se activarían con el movimiento y se instalarían en los puntos más conflictivos.

El Diari acompañó el jueves a la patrulla de la Unitat de Medi Ambient por las zonas más problemáticas. El primer punto de la parada fueron unos terrenos situados entre los barrios Parc Riuclar y La Floresta y la autovía de circunvalación A-7. Se trata de unos terrenos que son tanto de propiedad municipal como privada. Se inició la urbanización de la zona –hay las calles asfaltadas e incluso las conexiones eléctricas –sin ningún cable, porque han sido robados–. Pero no sólo los solares han sido habilitados como vertederos incontrolados, sino también algunas de las calles –las que no tienen salida– se encuentran llenas de basura de todo tipo, desde escombros procedentes de obra en vivienda hasta botellas de cristal e incluso restos de palmeras.

De este vertedero, en su día la Guàrdia Urbana ya redactó un informe advirtiendo que si las calles se abrían a la circulación de los vehículos se llenarían de vertidos incontrolados, como así ha sucedido.

 

 

 

En el límite con Constantí

El siguiente destino se encuentra a caballo entre los términos municipales de Tarragona y Constantí, detrás de Les Gavarres, en dirección al Polígon Riuclar, un camino de tierra para evitar dar rodeos. Los agentes señalan que ahora no hay muchos escombros porque la zona se ha limpiado recientemente. Aun así, el material de desecho es muy visible en ambos lados de la línea divisoria.

Al otro lado de la autovía T-11 está el mercado semanal de Bonavista. Detrás, también limpiaron de escombros la zona del aparcamiento –entre la calle Riu Llobregat y el Vial President Tarradellas– . Pero ya vuelve a tener escombros e incluso muebles. Los agentes reconocen que se trata de un problema que se arrastra desde hace al menos cuatro años. Los autores de los vertidos se aprovechan de que se trata de un acceso asfaltado, muy oscuro, con poco tráfico de personas o vehículos y que se encuentra al lado de núcleo urbano.

En la otra punta del municipio está otro enclave que también había acogido toneladas de escombros. Se trata de un descampado cercano al Camí del Llorito, muy cerca ya del santuario. La explanada se encuentra bastante limpia alrededor del pino central porque hace pocas semanas fue limpiado por el Ayuntamiento. Sin embargo, ya hay al menos cuatro vertidos de hace pocos días.

 

Más puntos conflictivos

Un terreno de propiedad particular ubicado en el Camí de la Budallera también está considerado como conflictivo por los agentes de la UMA. Aseguran que actualmente acumula unas dos toneladas de escombros.

La calle Estany, en el Polígon Riuclar, también es una zona que regularmente se limpia pero que continuamente se sigue vertiendo material.

Otro muchos vertidos se encuentran en propiedades particulares, en caminos o zonas boscosas de accesos fáciles para los vehículos, pero en pocas cantidades. En este listado se encontrarían el Camí de la Budallera, el Camí Vell del Llorito, Polígon Francolí –una zona particular al lado de la vía del tren, de acceso público y donde hace tiempo incluso se quemó–, Polígon Entrevies –se limpió la zona por parte de sus propietarios y actualmente se encuentra en buenas condiciones–, Camí de les Coves del Llorito, accesos a Mas d’Enric y la zona de Terres Cavades por Viladegats –vertidos generados por los mismos vecinos al lado de los contenedores de basura–.

Fuentes del Ayuntamiento de Tarragona aseguraron al Diari que trabajan para evitar la proliferación de los vertederos incontrolados. Sin embargo, asegura que la presencia de estos vertederos se debe, en primer lugar, «al incivismo de las personas que los realizan». El Consistorio dispone de diversos instrumentos para eliminar los vertederos incontrolados. Por una parte está el contrato de limpieza que tiene con la empresa que se encarga de la recogida de basura. Está también otro contrato con la Fundació l’Onada, además de la brigada de trabajos en beneficio de la comunidad. Finalmente, el Ayuntamiento manda los requerimientos administrativos a los propietarios de los terrenos donde hay un vertido. Así, el año pasado se abrieron 106 expedientes, frente a los 123 del 2013.

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